La asociación SOS Desaparecidos ha alertado de la desaparición "inquietante" de una mujer de 40 años y con nacionalidad estadounidense y americana que se instaló hace pocos meses en Madrid para pasar un difícil divorcio. Se trata de Ana María Knezevich Henao, cuyo rastro se perdió el pasado 2 de febrero en Madrid.

Esta mujer vivía en Miami junto con su marido serbio, donde residen sus hermanos y su madre. Pero al tomar la decisión de divorciarse de su pareja, el proceso que comenzó en enero se tornó "muy duro y complicado, hasta el punto de pedir ayuda médica por depresión", según ha explicado el presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia, Joaquín Amills. Además, Amills también detalla que este fue el motivo principal por el que Ana María se mudo a Madrid el pasado mes de diciembre.

Tal y como detalla Sanna, amiga de Ana María y la última persona con la que tuvo contacto, el mismo día de su desaparición estaba buscando un piso nuevo porque se le acababa el contrato de alquiler en marzo. De hecho, la última comunicación fehaciente de la desaparecida fue el día 2 a las 11:30 horas comunicando a su amiga que no le había gustado el piso que había visto. Su amiga le escribió ese mismo día, sin obtener respuesta, y el siguiente. Preocupada, le llamó por teléfono sin éxito. Además, era muy extraño que no le contestara porque el 5 de febrero tenía un viaje planeado para ir a Barcelona, según ha explicado a laSexta.

Así las cosas, a la 13:00 horas del día 3 tanto esta amiga como otra que vive en Europa y que iba a visitar en breve a Ana María a su casa de Madrid recibieron un mensaje idéntico en WhatsApp, la primera en español y la segunda en inglés, provenientes del móvil de la desaparecida. El mensaje leía: "Conocí a una persona maravillosa. Tiene una casa de recreo a unas dos horas de Madrid. Ahora nos vamos y pasaré unos días allí. Aunque apenas hay señal. Te marco cuando vuelva".

Además, tanto las destinatarias como la familia de Ana María no creen que lo escribiera ella, ya que no es su forma de hablar ni de escribir. "Parece como si le hubieran pasado un corrector", apunta Amills. "Ana María nunca escribía con acentos ni con comas", añadió. Tanto la amiga como los familiares aseguraron a los agentes que no encaja con la forma de actuar de Ana María que desapareciese de esa manera, dejando colgadas a las personas tan allegadas con la que había hecho planes. Sería la primera vez que lo hiciera aseguró.

Eso sí, una vecina afirmó que esa misma madrugada unos desconocidos taparon con un spray negro la cámara del teléfono de la entrada y la de seguridad junto al ascensor. "Creo que fue algo planeado. Las cámaras del edificio estaban [tapadas] con aerosol oscuro. Lo que dice la portera es que un tipo con casco negro fue quien lo hizo", asegura el hermano de Ana María, Felipe Henao, en una entrevista al medio colombiano Radio W. Además, la amiga añade que estos hechos tuvieron lugar "30 minutos antes de la última vez que se le vio a Ana María".

Ante todo ello, se ha interpuesto una denuncia por su desaparición en la comisaría de la Policía Nacional, que lleva ahora la investigación de los hechos. Ahora mismo, el principal sospechoso es su marido, que está en paradero desconocido, pero saben que tenían previsto reunirse este mes de febrero.