Con secuelas muy visibles de lo que le pasó la noche del 14 de noviembre de 2012, Ester denuncia que los propios mossos no hayan colaborado en la investigación y asegura que la sentencia que absuelve a los dos agentes acusados de lesionarla es injusta.
La sentencia ratifica que los mossos les dejaron sin ojo, pero el tribunal considera que no hay pruebas suficientes para condenar al subinspector y el escopetero de la Brigada Móvil, porque no se puede determinar qué impactó exactamente en la víctima ni quién lo disparó.
Ester y su abogada culpan a Interior de no aportar pruebas, y de modificar hasta cinco veces su versión, aunque Interior sí había llegado a reconocer que las lesiones se debieron a un proyectil policial.
Aunque la Fiscalía pedía una pena de dos años de prisión y cuatro de inhabilitación para los mossos acusados, con esta sentencia, que Ester no sabe si recurrirá, nadie pagará por la pérdida de su ojo.