44, 43 y 42. No es la cuenta atrás de lo que queda para volver de vacaciones. Es aún más asfixiante: las temperaturas que se han registrado en varios puntos del Mediterráneo. Como en la Malvarrosa, donde se han superado los 41 grados. Se ha lanzado la alerta, y roja, mala combinación, por calor extremo en zonas de la Comunidad Valenciana.

Es de las temperaturas más calurosas de los últimos 150 años. Pero no hay que remontarse hasta entonces, ni tampoco irse muy lejos para seguir experimentando el calor extremo que se ha dado en España. En Alicante no ha quedado ni una fuente libre, y los vecinos han aprovechado para hacer sus quinielas con las temperaturas.

Se han alcanzado los 43 grados, ni más ni menos; eso sí, la sensación térmica es mayor: tres grados más. En el interior de Gandía han registrado 42 grados, con una sensación térmica de 47. Por eso, tanto en el interior como en la costa, el mantra de muchos ha sido "agua, agua y más agua", y quedarse en casa. Porque si se va a salir obligado, también es obligatorio intentar buscar las zonas de sombra o cubrirse la cabeza con un sombrero.

Todo, para evitar que los caminos nos conduzcan al golpe del calor. Medidas excepcionales para lo que lo que es más excepcional aún: temperaturas tan altas incluso en el norte. Porque en cuestión de termómetros hemos visto dos España. La del Mediterráneo, asfixiado, y la del norte, donde hemos vivido una situación atípica, con noche ecuatorial, que no tropical, en algunos puntos de Euskadi.

No han bajado de los 25 grados, así que han dormido esperando a que se nuble. Sin embargo, el frente ya está llegando, y la temperatura puede bajar hasta diez grados en pocas horas. Un escalón térmico, y sobre todo un alivio para los que busquen escapar del calor extremo.