Madrid
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NADIE SUFRIÓ HERIDAS
El hielo es lo que hace
que el conductor de un autobús escolar lleno de niños no pueda
controlarlo: en un vídeo se ve como el
vehículo baja una pendiente, choca contra varios buzones y no para hasta que
acaba estampado contra un coche. Ha ocurrido en Massachusetts y en el autobús viajaban
más de 20 niños aunque nadie sufrió heridas.