El asesinato de Beniel, Murcia, abre el debate de por qué el presunto asesino, con una orden de alejamiento, podía ver a su hijo.

"Hay negligencia en la evaluación del riesgo, y no se puede comprender cómo sigue vigente y de forma normalizada un régimen de visitas", denuncia María Ángeles Jaime, presidenta de Themis.

Porque esto ocurre, aunque el Pacto de Estado contra la Violencia de Género recoja la suspensión del régimen de visitas y de la custodia compartida cuando se esté tramitando un proceso de violencia de género en el que se haya dictado orden de protección.

"Se está obligando a convivir a nuestros hijos con maltratadores"

El Gobierno trabaja en implementar las medidas. "Una revisión de las visitas que, en el caso de los progenitores separados o divorciados, pueden poner en riesgo la seguridad de los menores", expone Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno en funciones.

Las asociaciones de juristas urgen a llevarlo a la práctica. "Esto me sucedió a mi como abogada. Un hombre que pega una paliza brutal a su pareja delante de hijos pequeños, y cuando va la mujer con la cara marcada a la oficina judicial, dice que a ella le ha hecho eso pero que es un padre excelente", relata Ángeles Jaime.

Casos como éste se repiten. "Cada vez que los tienes que dejar en los centros de encuentro, piensas que nunca sabes si es la última vez que los llevaste", lamenta Ester Ruíz, coordinadora de la Plataforma Luna.

"No somos creídas, nuestros hijos no son creídos, y se les está abandonando y obligando a convivir con maltratadores", explica.

Denuncian que los hijos e hijas siguen desprotegidos y recuerdan también, que son 256 los menores huérfanos de madre asesinada por violencia machista.