El silencio acompaña a los vecinos de la localidad murciana de Beniel. Lo hace en un multitudinario adiós entre familia, amigos y vecinos, que despiden así al menor de sólo 11 años asesinado por su padre.

"Nuestra condena más absoluta a estos actos que sumen en la profunda tristeza a una familia", denunciaba Mari Carmen Morales, alcaldesa de la localidad.

La terrible tragedia tenía lugar el 25 de julio cuando la madre del menor avisaba a la Policía. Tenía miedo, su expareja no le había entregado al menor; miedo bien fundando, porque cuando las autoridades conseguían entrar en la casa, cerrada por dentro, encontraban el cuerpo de Cristian de 11 años en el suelo, asesinado a puñaladas.

"Se vio el espectáculo que había, muy macabro", relata Joaquín Cánovas, jefe de la Policía Local de Beniel. El padre estaba ahorcado en la cocina.

"Es algo que no debería haber pasado nunca", lamenta una vecina.

El hombre tenía antecedentes por malos tratos, coacciones, y se le había impuesto una orden de alejamiento que incumplió hace un mes.

"El sistema judicial no es muy consciente de la necesidad de proteger a los menores", relataba en la SER la Fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer, Pilar Martín Nájera.

A pesar de su historial, fuentes de la Guardia Civil a laSexta desmienten que existiera un informe alertando del riesgo para el menor.

"Ante el número y la gravedad de los sucesos que están ocurriendo, creemos que es necesario un cambio normativo", apuntaba en la SER el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán.

El último análisis de riesgo a su madre y su entorno calificó la situación como riesgo bajo.