"Hoy quiero gritarle al mundo y tengo todo el derecho". Así arranca la madre de Rodrigo, un niño de catorce años que se quitó la vida hace cinco meses, una carta que ya se ha hecho viral por su alegato a favor de la salud mental y pidiendo más financiación y concienciación al respecto.

La misiva ha sido compartida en redes por una de las hermanas del joven, Irene, en nombre de su madre: "Ayer, mi madre fue capaz de expresar mucho de lo que sentimos al respecto", señala en su cuenta personal de Twitter.

La emotiva carta, aparte de contar la historia personal de Rodrigo, que sufría una depresión severa, pretende poner el foco en la importancia de hacer caso a la salud mental que, si bien no se ve, tiene graves efectos.

"Rodrigo era inteligente, sarcástico, bondadoso, guapo. Le encantaban los animales y estaba muy comprometido con el cuidado del planeta y el respeto a todo tipo de personas", describe la madre a su hijo, de quien también reconoce que no era perfecto: "Era bastante perezoso, odiaba el deporte y cuando alguien le hacía daño no lo olvidaba nunca".

La madre relata que Rodrigo fue diagnosticado con una "depresión severa" cuatro meses antes de que se quitara la vida. "Seguía un tratamiento farmacológico y acudía a psicoterapia, pero personalmente creo que fuimos tarde. Teníamos que haberlo llevado al psiquiatra hacía años. Hemos sido víctimas de la desinformación, la estigmatización y la infravaloración de la salud mental", reconoce.

"Nos duele la rodilla y vamos al médico, nos sale una erupción y corremos al dermatólogo, les revisamos la vista a los niños... pero pasamos semanas con una tristeza enorme sin motivo o tenemos la autoestima por los suelos..., esperamos a que se pase esa etapa, disimulamos... No tenemos asumido que la salud mental y social es parte fundamental de la salud física", afirma.

"Cuando se ve la enfermedad es porque ya no tienen fuerzas"

En este sentido, las personas que rodean a la gente con depresión como Rodrigo, dice, "nos damos cuenta tarde porque cuando ya se ve la enfermedad es porque no tienen fuerzas ni para disimular".

"Aquellas frases que yo le decía con amor y la mejor intención pero cargadas de desconocimiento como 'tienes que cambiar el chip' o 'disfruta de la suerte que tienes' o 'hay que hacer por la vida' hoy sé lo injustas que eran", reconoce.

La mujer también comparte la reflexión que le hizo su hijo en respuesta a estas frases y que, entonces, no le dio demasiada importancia: "Mamá, le estás pidiendo a alguien que tiene cáncer que deje de tenerlo".

Una vez leída la carta, la mujer pide que si "#graciasaRodrigo alguien no duda en ir al psiquiatra" o en compartir sus problemas con amigos y que esa gente pueda apoyarlos de forma adecuada, "mi dolor hoy tendrá algo de sentido".

Así, si su misiva remueve conciencias y "se dedica un euro más a investigación o se hace una buena campaña de información y normalización de las enfermedades mentales; o en las revisiones médicas se interesan también por el bienestar mental y social de las personas, o en los colegios se fomenta más la inteligencia emocional de los niños... su pérdida no habrá sido del todo en balde".

"El suicidio es la primera causa de muerte externa en España y los fallecidos son el doble que los causados por accidentes de tráfico y 10 veces más que los debidos a violencia de género", recuerda.