La semana de San Fermín han sido unos días de auténtica frustración para Aarón Ortíz, propietario y chef del restaurante Kabo, ubicado en Pamplona.

El día 6 julio empezaron a no presentarse algunos de los clientes que tenían reserva, pero a partir del chupinazo la cosa fue a más. "Todos los días había anulación de mediodía y noche, pero más por la noche. Pasábamos de tener 21 mesas a dar cenas para cuatro", explica Ortíz a laSexta.

Por redes socialeshan denunciado hasta 60 cancelaciones para 146 comensales. Entre los métodos que se han usado para estas reservas fraudulentas, teléfonos y tarjetas falsas o sin fondos.

A través de la web, explica el chef, solo se permiten reservas de hasta ocho personas, así que alguno llamaba para pedir una reserva más amplia, de incluso 15 comensales. Tras confirmar la reserva, la mesa no aparece el día de la cita, el teléfono que habían dado no coincide y cuando van a cobrar por la política de 'cancelación' de la reserva, la tarjeta no existe.

El de Ortíz es un restaurante que trabaja casi al cien por cien con reserva. Cocinan con mucha antelación, y en fiestas, cuando las reservas se hacen también con antelación, la apuesta es importante. Han incrementado todo: han ampliado turnos, han contratado a más personal, y han invertido en seguridad...

Las pérdidas ascienden, dice la otra dueña del restaurante, Jaione Aizpurua, a unos 12.000 euros. Un revés para el bolsillo, pero también emocional: "Somos un equipo pequeñito, nos entran los que nos entran, son muchas preparaciones, damos un menú muy trabajado...", explica visiblemente emocionado Aarón.

Por eso se han puesto en manos de un equipo de abogados, porque aunque no saben quién o quiénes pueden estar detrás, solo esperan que den con ellos. "Lo vamos a denunciar. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados, aunque es un tema delicado en el que estamos siendo asesorados por nuestro equipo de abogados", ha explicado también en Más Vale Tarde Aizpurua.