Hay que proteger el Patrimonio Nacional

El difícil equilibrio entre el turismo de masas y el respeto los vecinos: "No es un espectáculo de luces y sonidos"

Los detalles En el primer fin de semana de vacaciones de julio, las calles se llenan de maletas y la gran cantidad de turistas expulsa a los vecinos. El turismo de masas se transforma en espectáculo, impulsado por los retos virales en redes sociales.

Turistas bañándose en una fuente de Sevilla

La llegada del verano agudiza el difícil equilibrio entre el turismo, una de las mayores fuentes de ingresos en nuestro país, y la protección del Patrimonio Nacional. Miguel Ángel Cajigal, historiador del arte, defiende que "para sentirte parte de un lugar, lo más importante es no dejar una huella sonora o de basura".

En el vídeo principal que acompaña a la noticia, un grupo de turistas extranjeros baila dentro de una fuente en el casco antiguo de Sevilla a pocos metros de la Giralda, em una zona que "tiene un gran valor tanto artístico como urbanístico", tal y como señala Miguel Ángel Cajigal, quien destaca que se trata de "una plaza importante del casco histórico".

Además, un clásico es hacer el Camino de Santiago. Al llegar a Plaza del Obradoiro, "quieres disfrutar de la naturaleza y el silencio del Camino, pero los grupos grandes entorpecen la experiencia", expresa una mujer. Se trata de un lugar en el que, además, aunque no lo parezca, está prohibido comer y beber desde hace tres años.

Son gestos inofensivos, como una pintada con tiza los que terminan deteriorando poco a poco los espacios. Y aunque haya propuestas que parecen más amables, como unos tours que prometen bailar por las ciudades con cascos y en silencio, en realidad el silencio es gracias a que les hemos quitado el volumen en el vídeo. Y aunque cumplieran lo prometido, ¿es justo para los vecinos convivir con esto?.

"No son espectáculos de luces y sonido, sino ventanitas al pasado que hay que conservar", defiende al respecto Miguel Ángel Cajigal. Y es que hacer turismo también es saber dónde pisamos, dónde tocamos, y cuánta huella dejamos.