Según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa, el perro ha perdido la vida, al parecer, "estrangulado con la cuerda con la que estaba atado por abandono", a "dos troncos de una higuera con la cuerda tan corta que no podía llegar ni al agua ni a la comida y, al dejarse caer extenuado, ha muerto ahogado por su propio peso".

La patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Láchar descubrió el 11 de junio que en una finca de Cogollos de la Vega había 17 perros atados o encerrados en condiciones precarias: al sol, sin tener donde guarecerse, sin agua ni comida, y los cachorros que tenían acceso al agua, no podían beberla porque estaba en malas condiciones.

Entre los 17 perros se encontraba el que apareció muerto junto a una higuera, y ninguno de los perros estaba identificado legalmente con el microchip preceptivo.

Los agentes han conseguido localizar al propietario de los animales y éste ha sido investigado por un delito de maltrato animal, reconociendo que llevaba varios días sin poder atender a los perros por "motivos personales".