Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Policía Judiciária de Portugal y la Dirección Antinarcóticos (DIRAN), de Colombia, han desmantelado el mayor laboratorio clandestino de procesamiento de pasta base de coína de Europa, con capacidad para producir 200 kilogramos diarios. El macrolaboratorio -instalado en la provincia de Pontevedra- no cesaba su actividad, permaneciendo a pleno rendimiento las 24 horas del día. En él, los 'cocineros' (distribuidos en diferentes turnos) se encargaban de transformar la pasta base en clorhidrato de cocaína lista para el consumo.

La organización criminal desarticulada tenía un alto nivel de sofisticación y sus miembros, que contaban con un claro reparto de funciones, empleaban fuertes medidas de seguridad, tales como el uso de apodos, la utilización de vehículos lanzadera, el uso de disfraces de transportistas o el sometimiento de sus comunicaciones a un estricto protocolo de seguridad. Hay 18 detenidos: 11 en Galicia, cuatro en Madrid, dos en Las Palmas de Gran Canaria y uno en País Vasco, habiéndose decretado el ingreso en prisión de todos ellos por parte de la autoridad judicial.

Como resultado de los 14 registros realizados, los agentes han intervenido 1.300 kilos de pasta base de cocaína -tratándose de la mayor incautación hasta la fecha fuera de las zonas de producción-, 151 kilos de clorhidrato de cocaína, más de 23.000 litros de precursores y otras sustancias químicas. Asimismo, se han bloqueado 17 propiedades -por un valor aproximado de 1,7 millones de euros- y 37 productos financieros, a la espera de cuantificar el valor de los mismos.

La investigación se inició en octubre de 2022, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal asentada en Las Palmas de Gran Canaria. Las primeras pesquisas constataron que contaban con una potente infraestructura que les permitía introducir grandes cantidades de droga en nuestro país. Además, algunos de sus miembros ya habían sido objeto de investigaciones policiales anteriores, quedando acreditado el alto nivel de vida que mantenían, así como los vínculos con ciudadanos colombianos que ejercían de suministradores.

Durante el pasado mes de octubre, los investigadores observaron un aumento exponencial de las actividades de la organización. Nuevamente, y tras un tiempo prudencial, comenzaron a mover los productos químicos, la maquinaria y los útiles necesarios para el establecimiento del laboratorio. Esto se llevó a cabo bajo unas fuertes y estrictas medidas de seguridad; entre ellas, el uso de vehículos lanzadera y la fijación de puntos de observación para detectar la posible presencia policial.

En este momento, los agentes lograron ubicar el punto exacto de lo que ha resultado ser el mayor laboratorio de este tipo hasta la fecha. Se trataba de un chalet de grandes dimensiones, localizado en un municipio pontevedrés, alejado de otras viviendas y rodeado de una gran parcela. Además, pocas semanas después, detectaron la presencia de tres varones de origen sudamericano que habían sido introducidos bajo fuertes medidas de seguridad.