Michael Croteau, un estudiante de 21 años de Dallas, Texas, empezó a notar que le estaba saliendo una herida en el muslo derecho, pero creyó que se trataba simplemente de un pelo enquistado.

Cuando volvió a casa durante las vacaciones de Navidad, ésta había crecido y parecía infectada, además de tener síntomas de presión en la rodilla y los muslos; entonces, su madre comenzó a preocuparse y lo llevó al hospital de la zona.

Allí, su dermatólogo le advirtió que tenía la sospecha de que podría tratarse de algo más grave que un pelo, y, finalmente, se le diagnosticó una 'Hemangioendotelioma Pseudomiogénico', un cáncer extremadamente raro que afecta a la piel, los músculos y los huesos.

"Era algo que nunca pensé que me pasaría, especialmente a este edad", contó a Metro el joven Croteau.

Los médicos decidieron tratar el tumor con un medicamento experimental de quimioterapia oral y radioterapia en el muslo para controlar el dolor, en vez de recurrir a la amputación de la cadera hacia abajo.

No obstante, al tratarse de un cáncer desconocido y sin una investigación exhaustiva, no existe cura, y el joven y su familia han decidido optar por la primera opción, que le da un pronóstico de vida de entre un mes y seis años.

Un año después de ser diagnosticado, la familia ha comenzado una petición en 'GoFundMe' con el objetivo de recaudar dinero para pagar el tratamiento de Michael. Sus tumores no han crecido, pero continúa con las terapias para mitigar la enfermedad.