El tercer pulgar está motorizado, es controlable y está diseñado para aquellos que quieran mejorar sus habilidades naturales. Clode, un estudiante del máster del colegio de diseños, creó el aparato como una manera de retar a las ideas convencionales sobre prótesis, usualmente pensadas como aparatos sólo para gente con problemas por la pérdida de una parte de su cuerpo.
"El origen de de la palabra prótesis significa añadir, poner a algo a alguien, así que no es arreglar o reemplazar, sino extender", dijo Clode que opina que "el tercer dedo pulgar está inspirado en el origen de prótesis, explorando el crecimiento humano y apuntando a reclamar las prótesis como extensiones del cuerpo".
"Es una herramienta, parte experiencia y parte expresión propia", añadió, incidiendo en que "incita necesariamente la conversación sobre la definición de 'habilidad'".
El tercer pulgar está controlado por el movimiento del pie del que lleva el aparato, vía presiones sensoriales embebidas a sus zapatos. Clode eligió este método de control para aprovecharse de las conexiones existentes entre nuestras manos y nuestros pies, los cuales regularmente empleamos juntos cuando conducimos un coche, utilizamos una máquina de costura o tocamos el piano.
Para emular el rango dinámico de movimiento realizado por nuestros dedos gordos naturales, Clode hizo el dedo digital a partir de un modelado en 3D con un filamento plástico llamado Ninjaflex. Dos motores empujan el dedo en varias direcciones para hacerlo doblar con sus tres visagras.
Una cobertura, también en 3D impresa pero a partir de una resina más rígida, está calzada sobre la mano y la muñeca para sostener el dispositivo. Está conectada al dedo a través de un sistema de cableado y es así como impulsa los movimientos del tercer dedo gordo.