El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena de tres años de prisión impuesta a un hombre que intentó violar a su cuñada cuando la llevaba a su casa en coche si bien ella logró escapar tras abofetearle y fracturar la luna delantera del vehículo de un patada.

El Alto Tribunal rechaza admitir a trámite el recurso de casación interpuesto por la defensa del procesado y ratifica en todos su pronunciamientos el fallo de la Audiencia Provincial de Almería por un delito de agresión sexual en grado de tentativa con las circunstancias agravante de parentesco y atenuante de dilaciones indebidas.

El tribunal de la Sección Segunda le condenó, asimismo, a un mes de multa con una cuota diaria de seis euros por una falta de lesiones ya que sufrió algunas de las que tardó en curar 90 días. También le prohibió acercarse a la víctima a una distancia no inferior a 500 metros por un periodo de cuatro años y fijó una indemnización de 20.000 euros por los daños morales.

La sentencia, recoge que el acusado y la hermana de su esposa "coincidieron" un mediodía de julio de 2006 en un bar del municipio en el que residían y que él le propuso abandonar el establecimiento para acudir a otro en una localidad cercana para "tomar algún refresco".

Cuando ambos se marcharon de segundo local, el procesado dirigió su vehículo a un descampado pese a que le dijo a su cuñada que volvían a casa y pese a que ella le advirtió de que se "estaba equivocando de camino".

Al llegar debajo de un puente, detuvo el coche y, "con claro ánimo libidinoso de satisfacer su apetito sexual", le dijo que "iban a hacer algo, por las buenas o por las malas". A continuación, se abalanzó sobre ella, la besó en el cuello mientras la desvestía y le "tapó la boca para acallar sus gritos".

El procesado "no pudo conseguir su propósito" dada "la resistencia que opuso ella ya que le propinó varias bofetadas, se tapó los genitales con una mano y golpeó con el pie la luna delantera del turismo, que fracturó".

Como consecuencia "de forcejeo", la mujer sufrió lesiones en erosiones y excoriaciones, así como un trastorno de estrés postraumático que se volvió crónico en intensidad moderada-grave. El Alto Tribunal remarca la declaración "creíble" de la víctima que, además, contó en juicio con diversas corroboraciones periféricas acreditativas de su veracidad como que una de sus hermanas declaró que le vio un hematoma en la cara al llegar a casa y que le dijo que se había "golpeado con una higuera" y que contó poco después a su otra hermana, esposa del agresor, que le "había violado".