Los hechos sucedieron en 2013, cuando un guardia de seguridad de una reconocida tienda en Nueva York descubrió el cadáver al sospechar que la mujer, entonces de 17 años, y su amiga podrían haber cometido un robo, ante el comportamiento anómalo que mostraban.

A las jóvenes se les pidió enseñar el contenido de las bolsas que llevaban y al revisarlas se halló el cuerpo del bebé.

La mujer alegó entonces que estaba embarazada de seis meses cuando tuvo un aborto involuntario y no sabía qué hacer con el cuerpo del bebé. Sin embargo, la autopsia reveló que el pequeño nació vivo.

Tina Rodríguez, ahora de 21 años, fue acusada en 2015 de asesinato pero, tras un acuerdo con la Fiscalía del distrito de Manhattan, se declaró culpable de homicidio involuntario.