Los hechos tuvieron lugar cuando el acusado, nacido en Bulgaria, empezó a insultar a su esposa porque la mujer no le había avisado para cenar, diciéndole "puta, vete a la mierda, de ésta te enteras", propinándole un bofetón en la mejilla izquierda.
Según se desprende de una sentencia, la mujer sufrió lesiones consistentes en contusión facial con leve eritema, que requirieron una sola asistencia facultativa para su curación, y no reclamó nada acogiéndose a su derecho a no declarar.
Ante los hechos, el Juzgado condenaba al acusado como autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, a la pena de nueve meses y un día de prisión, privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años y prohibición de aproximación a menos de 500 metros de su mujer, de su domicilio o lugar de trabajo, así como prohibición de comunicación con ella por cualquier medio durante dos años, con imposición de las costas causadas en la instancia.