Las compañías aseguradoras entran en el sector de la medicina estética con modelos baremados, lo que hace que para los clientes las operaciones estéticas tengan un precio mucho más económico.

Un reclamo que el sector médico observa con cierta preocupación, y avisan de que hay riesgo de devaluar la calidad porque no todos los tratamientos pueden tener un precio fijo estipulado.

Así lo advierte José Víctor García, presidente de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética, destacando que no se puede admitir de alguna manera que en ello vaya aparejado una merma de la calidad, que podría darse con una reducción en el número de visitas al especialista o en rebajar el volumen de producto a utilizar.

Lo cierto es que esta estrategia de las aseguradoras llega en un momento complejo. Primero, porque hay más demanda que nunca: sólo en 2021 se realizaron en España 450.000 intervenciones en cirugía plástica, una cifra récord. Pero además, porque todavía la medicina estética "no tiene unos protocolos a nivel internacional ni unificados a nivel nacional", tal y como explica la doctora Dagné Pupó.

Y de ahí a que los médicos aboguen por el sentido común, porque a veces el mejor tratamiento que le puede dar el médico a un paciente es la negativa.