Lo primero es la exposición a calor extremo
¿Cómo se forma una nube tóxica como la que ha obligado a confinar a más de 150.000 vecinos en cinco municipios catalanes?
El contexto Fue un incendio en una planta química en la que había 70 toneladas de pastillas de cloro el que obligó al confinamiento.

Tras el incendio en una fábrica de productos químicos para piscinas en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), que almacenaba unas 70 toneladas de pastillas de cloro y que ha provocado que los vecinos de cinco municipios de Barcelona y Tarragona hayan tenido que estar confinados varias horas en sus casas, nos preguntamos cómo se forma una nube tóxica.
Lo primero es la exposición al calor extremo, como un incendio. Cuando ese fuego entra en contacto con productos químicos, como pueden ser pastillas de cloro, sus elementos se descomponen, lo que conduce a una liberación de gases reactivos. En este sentido, Ricardo Díaz, decano del Consejo General de Colegios de Químicos de España, indica que esa liberación "produce dos agentes químicos, uno el cloro, que es altísimamente tóxico, que envenena, y que por eso se pone en las piscinas para desinfectar". Además, también genera oxígeno, que es el que enriquece el fuego para que arda aún más.
Por su parte, la Asociación para el Fomento de la Investigación y la Tecnología de la Seguridad contra Incendios (AFITI), explica que "la emisión gaseosa forma una nube tóxica mediante procesos de transferencia de masa en régimen de convección forzada", donde "el cloro gaseoso (Cl₂), el ácido clorhídrico (HCl), el monóxido de carbono (CO), los óxidos de nitrógeno (NO, NO₂) y compuestos orgánicos clorados volátiles se dispersan en la atmósfera". "La dinámica de esta nube está sujeta a gradientes térmicos, velocidad del viento y estabilidad atmosférica", añade al respecto.
¿Cómo se debe intervenir?
Ante una situación como esta, lo lógico es que un equipo de bomberos especializado en riesgo químico entre bien protegido al escenario, con máscaras. Con agua se apaga el fuego, aunque también influye la humedad, porque los elementos vuelven a reaccionar, y es entonces cuando se genera una nube de gran magnitud y quedan microgotas ácidas suspendidas en el aire. "Cuando el fuego lo tienes mitigado, cambias la estrategia, dejas de tirar agua, y empiezas a contener, a confinar y a hacer análisis de los humos", explica el bombero Alfons Tormo.
En lo referente a qué riesgos hay para la salud, cabe destacar que estos gases tienen una elevada toxicidad, aunque si se produce al aire libre, el riesgo es algo menor. En cualquier caso, su inhalación puede provocar tos, sensación de asfixia, dificultad grave para respirar, picor en los ojos y garganta o bronquitis química. E incluso si la exposición fuera muy prolongada, podría provocar la muerte.