"Nadie te mirará nunca más", esas fueron las palabras de un hombre de Reino Unido tras agredir a su novia. Ahora, él ha sido condenado a diez años de prisión por los graves daños que produjo a la mujer, según publica el medio 'Kent Online'.

Mientas ella se encontraba tumbada en la cama, él calentó agua hasta el punto de ebullición y se la tiró por encima. Fue su forma de reaccionar ante un ataque de celos. La mujer sufrió importantes quemaduras, le han hecho varios injertos de piel y su cuerpo ha quedado lleno de cicatrices.

El juez del caso ha tenido en cuenta, para establecer la pena, el ensañamiento del agresor y las consecuencias para la víctima, tanto físicas como psicológicas. Además, ha apuntado que él actuó de forma "cobarde".