Las catastróficas inundaciones que están sufriendo Alemania, Bélgica y otros países del centro de Europa nacen de una dana. No obstante, los factores que han propiciado que ya haya más de 90 muertos y al menos 1.300 personas desaparecidas son múltiples. Y además han coincidido como hacía mucho que no pasaba.

En este sentido, como explica Isabel Zubiaurre, responsable de Meteorología de laSexta, uno de los factores a tener en cuenta es la cantidad de agua que ha caído en muy poco tiempo. Concretamente, más de 150 l/m2 en 24 horas y más de 250 l/m2 en 48 horas en algunas zonas de Alemania, como el Norte-Westfalia o Colonia.

Ahora bien, las precipitaciones no son el motivo principal del desastre, sino las riadas posteriores, propiciadas por la orografía de las zonas más afectadas y por la cercanía de ciertos enclaves a los ríos.

Asimismo, hay que tener en cuenta otro factor importante, y es que la dana se ha quedado "atrapada", como indica Zubiaurre. Es decir, se ha estancado entre zonas de altas presiones que han impedido que avance de forma normal y provoque menos daños. Algo que ocurre, según la experta, una vez cada 100 años.

Imagen del Meteosat, de ayer a las 14 horas, donde se ve la dana en Alemania, marcada en rojo.

La importancia de las edificaciones humanas

También cabe recordar la ubicación y condiciones de las localidades más afectadas. Las imágenes, como se muestra en el vídeo principal de esta noticia, dan fe de la gravedad: personas atrapadas en los tejados de sus casas, coches amontonados unos encima de otros y hasta contenedores de muchas toneladas siendo arrastrados por el agua. Aquí, el problema es la cercanía de ciertos enclaves humanos a los ríos.

Básicamente, como explica el meteorólogo Marc Redondo, los ríos lo que han hecho es "buscar su terreno". Esto se aprecia perfectamente en pueblo de Altenahr, ubicado en el distrito de Ahrweiler (donde ha tenido lugar la peor parte del desastre).

Concretamente, esta localidad ocupa exactamente el terreno que, por naturaleza, corresponde al río. Esto se llama la "zona inundable", un espacio pensado para que, cuando haya fenómenos de este tipo, el río pueda transportar el agua sin mayores problemas. El caso es que ahí, ahora, hay multitud de casas y construcciones humanas. Un hecho que ha derivado en que, para nuestra raza, las consecuencias sean fatales. "Si no estuviéramos allí, no pasaría nada", recuerda Redondo.

¿Llegará esta dana a España?

Si la pregunta es sobre esta dana en concreto, podemos estar tranquilos. El desastre que se está viviendo en el centro de Europa no va a afectar en esta ocasión a nuestro país. No obstante, sí llegará a Italia y a los Balcanes, aunque en menor medida. Y, como recuerda el meteorólogo de laSexta Adrián Cordero, "este verano está siendo especialmente prolífero en danas". Y también hay otro hecho importante: ya hemos pasado por situaciones así de catastróficas en el pasado.

Aún quedará en el recuerdo de muchos la riada del camping de Biescas (Huesca), en 1996. El 7 de agosto de ese año llovió como en muy pocas ocasiones: en ocho minutos la intensidad de las precipitaciones llegó a los 500 mm/hora. De nuevo, el problema estaba en la ubicación: este recinto se ubicaba muy cerca de un cono de deyección de un torrente de grandes dimensiones y altura muy peligroso. El desastre no tuvo precedentes.

Por ello, como explica Redondo, mientras los humanos sigamos viviendo cerca de los ríos "algo imprescindible", recuerda el experto, con la evolución de las edificaciones, tarde o temprano podría repetirse una situación como esta en España. Por ello, sentencia: "Hay que tomar nota de dónde construir y dónde no construir".