El juicio contra el joven español Daniel Sancho, acusado del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, ha comenzado este martes en el tribunal de la isla de Samui (sur de Tailandia), ocho meses después de que tuviera lugar el supuesto crimen. El juicio se está llevando a cabo con muchas medidas en su primer día: a puerta cerrada y con una vigilancia extrema a los medios de comunicación.
Las medidas están siendo tan extremas que han cacheado a periodistas e incluso les han impedido que sigan tomando notas, según ha podido saber laSexta. El juez del caso, cuyo nombre es confidencial, ha ordenado que no se informe de nada de lo que pase dentro de la sala en la que se celebra y ha prohibido el acceso a los periodistas. De hecho, antes de comienzar la primera sesión se ha advertido de que no se puede contar nada de lo que sucede en el interior de la sala.
Asimismo, el magistrado ha pedido a todas las partes, incluidos abogados y el fiscal, que no ofrezcan detalles del proceso, y ha subrayado que en caso de que haya sospechas de que se ha difundido información se perseguirá,conllevando penas de cárcel. Uno de los abogados de la familia Arrieta, el español Juan Gonzalo Ospina, a su salida, ha reconocido que el tribunal está preocupado por el trabajo de los medios y no quieren que se filtren las declaraciones de los testigos y todo lo que sucede dentro de la sala.
También se ha podido ver al padre de Daniel, el actor Rodolfo Sancho, en el juicio, tanto a su llegada como a la salida.
Alegato inicial y declaración de testigos
Al juicio se desplazaron decenas de medios de comunicación, y se espera que en la primera sesión todas las partes hagan un alegato inicial y declaren cuatro testigos de la Fiscalía que coincidieron con Sancho en la cercana isla de Phangan, escenario del supuesto crimen el pasado 2 de agosto.
Entre los testigos de este martes están la mujer que encontró los primeros restos del fallecido en un vertedero de Phangan, la que alquiló una moto a Sancho en la isla y los encargados de los dos hoteles de Phangan donde se alojó el acusado, uno de ellos en el que tuvo lugar el supuesto asesinato.
Sancho, de 29 años, acude representado por el abogado de oficio tailandés Aprichat Srinuel, y la defensa argumentará durante el juicio que la muerte de Arrieta se debió a un accidente durante una pelea, en la que Sancho actuó en defensa propia.
La Fiscalía trata de demostrar un asesinato premeditado
Por su parte, el fiscal encargado del caso, Jeerawat Sawatdichai, tratará de demostrar que se trató de un asesinato premeditado, y acusa a Sancho de este y otros dos delitos, el de ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena, por el pasaporte del colombiano.
En el juicio también están presentes los abogados de la familia de Arrieta en España, Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte, del bufete Ospina Abogados, quienes en una rueda de prensa celebrada la víspera en Samui afirmaron que "los hechos hablan por sí solos" y mostraron su confianza en la investigación de la Policía de Tailandia, cuestionada por la defensa.
Sancho, quien inicialmente confesó el crimen en la comisaría de Phangan, se declaró después ante el juez (en la fase preliminar del juicio) no culpable del asesinato premeditado, si bien aceptó el cargo de la ocultación del cadáver, desmembrado y esparcido por varios lugares de Phangan, entre ellos el mar.
Medio centenar de testigos
Se espera que el juez confirme este martes el calendario de testigos que ambas partes presentarán durante el juicio, que se prevé rondará el medio centenar, en un proceso que en principio contará con 16 sesiones y se celebrará hasta el próximo 3 de mayo.
Según el calendario preliminar del tribunal al que tuvo acceso EFE, los testigos de la acusación, en su mayoría policías y peritos, declararán entre hoy y el 19 de abril. Los testigos de la defensa comparecerán desde el 25 de abril, cuando lo harán el propio Sancho y su padre, hasta el 3 de mayo, fecha en la que el acusado podría hacer una declaración final.
Los padres de Arrieta, Ana Marcela Arteaga y Leovaldo José Arrieta, no declararán finalmente en el juicio, al haber rechazado el tribunal su petición de hacerlo por videoconferencia, como había solicitado la pareja septuagenaria ante la dificultad para desplazarse hasta Tailandia desde Colombia. Sancho y Arrieta se conocieron en 2022 a través de Instagram debido a su interés común por la gastronomía y se habían visto en varias ocasiones en España antes de encontrarse en Phangan.