A punto de cumplirse tres meses desde el inicio de la erupción en Cumbre Vieja, cada día estamos más cerca de certificar su final. Esta noche cumpliremos cinco días sin actividad, sin erupción, sin rugir, con tremor apenas sentido por la población, y sin niveles de azufre, ni lava.

En este sentido, cabe destacar que la deformación está estable y que en el último día solo se han producido 19 terremotos. Si todo sigue así, los expertos certificarán el final el 25 de diciembre, día de Navidad, lo que sería el mejor regalo para los palmeros.

Este sábado, los expertos revisan todas las zonas de exclusión y han podido comprobar que en el cono hay una leve desgasificación. Además, tal y como se puede ver en el vídeo, en el volcán hay manchas blancas y amarillas características del azufre que ha soltado el volcán durante los últimos días.

En lo referente a las coladas que se encuentran en la zona de exclusión, estas no avanzan desde el pasado lunes, aunque sí hay pequeñas fumarolas que indican que hay desgasificación y altas temperaturas de la lava, por lo que es muy importante no acceder a la zona de exclusión sin control, una situación que se prolongará durante meses.

Jubilados viajan a La Palma a ayudar

Hernán y Juan Nicolás recuerdan cuando hicieron la mili en La Palma hace más de 30 años. En el móvil, pasan las fotografías y recuerdan aquellos días de maniobras. Y cuando vieron desde sus casas todo lo que estaban pasando en la isla, se pusieron en marcha para ayudar, dicen, en lo que fuera: "Nos pusimos en contacto con antiguos compañeros, compañeros de la mili, y decidimos venir a echar una mano", cuenta Juan Nicolás Rodríguez, voluntario.

Así, acompañan a las familias desalojadas a recoger enseres en sus casas, en una tarea que, según cuentan, "por pequeña que sea la aportación, es positiva".

Los hombres ya están jubilados, pero a pesar del paso de los años, sienten tanta nostalgia que no dudaron en hacer las maletas: "He venido por amor a mi isla, porque para mí y para muchos más, es nuestra isla", expresa Hernán de la Torre, voluntario.

Los 85 días de erupción ya merman los ánimos. Sin embargo, estos hombres, que sintieron "emoción" al llegar, estarán en La Palma ayudando voluntariamente durante 15 días. Se trata de una especie de segunda mili que los devuelve a patrullar las carreteras de la isla cargados de solidaridad.