La dopamina es clave en nuestra sensación de felicidad, de gratificación y de bienestar. Un estudio de la Universidad de Yale ha descubierto ahora que la dopamina también puede tener un papel clave en la sensación de saciedad que recibimos con la comida y en nuestro peso corporal.
Según sus conclusiones, las personas obesas tienen más dificultades para adelgazar porque les cuesta más generar dopamina en algunas áreas de su cerebro. Esta circunstancia permanece incluso cuando estas personas con sobrepeso consiguen adelgazar. Lo que explicaría la propensión que tienen algunos individuos a recuperar el peso perdido con mucho esfuerzo.
Aparte del estudio, los nutricionistas conocen bien la influencia que tiene en este neurotransmisor el consumo de algunos alimentos, que aportan los aminoácidos básicos para que nuestro cerebro pueda fabricar la dopamina. Entre ellos se encuentra el aguacate que, con sus sus grasas saludables, su vitamina B6 y su ácido fólico, proporciona las reservas necesarias.
Lo mismo sucede con el plátano, que además contiene triptófano, muy importante para generar la serotonina. El salmón es otro de los productos beneficiosos a las hora de sintetizar la dopamina, además de sus cualidades contra el envejecimiento y sus grasas saludables.
"Las almendras es otro de los alimentos que ayudan a producir dopamina. Suelo recomendar que se lleve un puñadito de frutos secos al trabajo para evitar así caer en otro tipo de picoteos que contienen azúcar", explica Rubén Bravo, portavoz del Instituto Europeo de Obesidad.
"El chocolate proporciona mucha dopamina, pero nos llena de azúcares no deseados. Otra manera de producirla de manera muy sana es con la socialización, el deporte y el aire libre", concluye.