La acusada de manipular a un amigo suyo con esquizofrenia para que matara a su padre haciéndole creer que era un mafioso ha intentado inculpar hoy a su expareja que, ha asegurado, la sometió a malos tratos y tenía acceso a su teléfono móvil.
En la tercera sesión del juicio que se ha celebrado este jueves en la Audiencia de Barcelona con jurado popular, ha manifestado que su expareja y también amigo del parricida confeso -y que no está encausado-, la sometió a malos tratos, aunque nunca lo denunció ante un juzgado.
La acusada ha asegurado que el día del crimen, el 8 de junio de 2019, sólo habló una vez con el autor confeso del parricidio por la mañana, y que entonces ya había cometido el crimen, aunque constan dos conversaciones más entre los dos procesados.
Ha ha explicado que le dijo por teléfono que estaba "lleno de sangre" y que "la había cagado" y, aunque le confesó que había llevado a cabo un asesinato, no le dijo quien era la víctima y ella se enteró de lo ocurrido por una noticia, horas después.
Sin embargo, el parricida confeso declaró ayer que llamó a la acusada antes del crimen y ella le confirmó que debía hacerlo y le recomendó que clavara un cuchillo a su padre en el cuello. "Ni le dije que matara, ni le di órdenes", ha negado hoy, quien ha declarado que la conversación telefónica que mantuvo la "desconcertó mucho" y le dijo que "cuando se tranquilizara, le comentara qué había pasado".
Ha explicado que fue su ex pareja quien tuvo la idea de crear una la novia ficticia para I.M.S., de nombre Julia, después de que este les manifestara su frustración por no tener éxito en sus relaciones afectivas, y que ella participó en el engaño obligada por los malos tratos de su ex pareja.
La acusada ha asegurado que tanto ella como su ex se encargaban de dar vida a Julia, y que las conversaciones que la acusada tenía con I.M.S. se circunscribían únicamente a temas personales y de pareja, y con la función de aportar un "toque femenino" a las charlas.
También ha atribuido a su ex la idea de hablar a I.M.S. de un presunto grupo parapolicial e incluso de invitarle a formar parte del mismo, ante el entusiasmo que el parricida mostraba por temas de seguridad.
"Hubo un momento que, como Julia, intenté dejar a I.M.S. y que los dos -ella y su ex- asumiéramos la responsabilidad y fuéramos a contárselo", ha asegurado A.A.V., pero su anterior pareja se negó y le pegó. "Todo se hacía cada vez más grande y no sabíamos cómo cogerlo ni pararlo", ha destacado A.A.V.
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