La mujer acusada de asesinar a su bebé recién nacido de 53 puñaladas y arrojarlo a un contenedor en agosto de 2019 en Gijón ha pedido "perdón" durante la cuarta sesión del juicio que se celebra contra ella en la Audiencia Provincial de Asturias.

"No tendré vida suficiente para arrepentirme", ha afirmado este jueves la procesada, que confesó los hechos y se declaró culpable en la primera sesión del juicio el pasado lunes. "Perdón a mi familia porque le he arruinado la vida", ha apuntado la joven, que también ha pedido perdón a la familia de su entonces pareja, que ejerce la acusación particular.

Los hechos, por los que la Fiscalía pide para ella prisión permanente revisable, se remontan al 1 de agosto de 2019, cuando la acusada tenía 27 años. La mujer dio a luz sola en su domicilio del barrio gijonés de Nuevo Roces y, según la Fiscalía, asestó al bebé 53 puñaladas antes de que su novio volviera del trabajo.

Después de matar al niño, lo metió en una mochila que tiró a un contenedor de basura frente a su casa, según el relato de las acusaciones. El bebé fue encontrado posteriormente por un ciudadano dentro del contenedor, que también ha declarado ante la Audiencia.

El Ministerio Fiscal sostiene que la acusada ocultó el embarazo a su entonces pareja, con quien convivía, así como a todas sus amistades y familiares, por lo que nadie conocía su estado.

En el juicio han declarado también los peritos forenses que la examinaron: sostienen que, aunque la acusada tenía un trastorno de la personalidad, esto no le impedía ser consciente de lo que hacía.