Violencia sexual
De unos 43 años, español y soltero: los rasgos que definen a los agresores sexuales con alto riesgo de reincidencia
¿Por qué es importante? Según el último informe de la Fundación FIADYS, este es el perfil mayoritario entre los agresores de alto riesgo de reincidencia y que están en la cárcel: el 86% son de nacionalidad española y el 41% son padres. Pero también se habla de las víctimas que son, en su mayoría, mujeres desconocidas por el agresor, pero que conocen vía redes sociales.

Resumen IA supervisado
El último estudio de la Fundación FIADYS sobre agresiones sexuales en España revela características de los agresores de alto riesgo de reincidencia. Estos suelen ser hombres españoles de 43 años, solteros y, en muchos casos, padres. Un dato alarmante es que el 20% de ellos sufrió violencia sexual en la infancia. La mayoría tiene educación básica y problemas laborales, además de convivir con familiares con antecedentes penales o problemas psicológicos. Las víctimas suelen ser mujeres desconocidas para el agresor, y los ataques ocurren en lugares públicos o privados. Aunque existe un programa de tratamiento en prisión, su eficacia es limitada, ya que la mayoría de los agresores reincide antes de participar.
* Resumen supervisado por periodistas.
Este lunes hemos conocido el último estudio sobre las agresiones sexuales que sufren las mujeres, adultas y niñas, en nuestro país. Un informe que se centra en el análisis en profundidad de los casos más graves de violencia sexual hacia las mujeres y que nos ofrece unos rasgos claves para saber identificar a un posible agresor.
Bajo el título 'Detección de los perfiles de mayor riesgo para las víctimas de violencia sexual', este estudio de la Fundación FIADYS, es fundamental para evitar la circulación de bulos e informaciones falsas que pueden sobrevolar sobre un tema tan serio como este. Porque no podemos decir que exista un único perfil de agresor sexual; pero sí que hay una serie de datos que pueden llegar a definir a los llamados agresores de alto riesgo de reincidencia. Es decir, de hombres que en estos momentos se encuentra cumpliendo prisión por un delito de esta índole y que, al cumplir su pena, volverán a estar libres en la calle.
Hablamos de que el 86% de los agresores sexuales con un alto riesgo de reincidencia son de nacionalidad española, la media de edad es de 43 años, el 70% de ellos están solteros y, casi la mitad, y este es un dato que asusta, son padres. Pero sin olvidarnos de otros datos de gran importancia y esclarecedores, como que el 20% de este tipo de agresores sexuales han sufrido algún tipo de violencia sexual en la infancia y, al menos uno de cada tres, reconoce haber sufrido también violencia física cuando eran menores de edad.
Estos son otros datos que pueden definir a un agresor sexual de alto riesgo: la mayoría disponen de una educación básica (60%), aunque no mantienen un trabajo de forma estable y prolongada en el tiempo. Abundan los casos en los que han convivido en un núcleo familiar con miembros condenados a prisión (el 30%) o con problemas psicológicos (18%). Sin olvidar factores como el consumo de drogas, rasgos de psicopatía o la presencia de parafilia.
¿A quién atacan y dónde lo hacen?

En cuanto a las víctimas a las que agreden estos hombres, el informe también arroja algo de luz. Tristemente, suelen ser mujeres adultas y desconocidas para el delincuente sexual. Es decir, se deciden por mujeres que no forman parte de su círculo habitual de vida o trabajo, aunque algunos sí que utilizan las redes sociales para contactar con sus víctimas y hasta para conocer posibles y futuras agredidas.
Eso sí, en el caso de elegir a un hombre como víctima, suelen ser chicos menores de edad.
Pero si hay un detalle que llega a estremecer dentro de este informe, es el que nos alerta de que este tipo de depredadores sexuales que, recordemos, tienen un alto riesgo de reincidir, suelen cometer agresiones sexuales en serie, atacando a diferentes mujeres. Para ello, actúan en lugares públicos como parques y calles, pero también se valen de espacios cerrados y más íntimos, como su propio domicilio.

Y si los condenan, en prisión tienen la opción de participar en un programa de tratamiento para agresores sexuales. Eso sí, hay que tener en cuenta que ocho de cada diez violadores empezaron a asistir al programa cuando ya estaban cumpliendo su segunda pena, cuando han entrado en la cárcel ya por segunda vez. Es decir, que han cometido un delito de agresión sexual contra una mujer, han cumplido su pena en prisión y, al salir en libertad, han vuelto a cometer el delito. Solo entonces, algunos empiezan a asistir a este programa que busca la reinserción.
El problema, según la investigación de la Fundación FIADYS, es que los perfiles de los agresores sexuales están tan mezclados que la eficacia no es suficiente.