Los Papeles del Paraíso también evidencian prácticas cuestionables en torno al mundo del fútbol. En febrero de 2013, la Selección Española se enfrentó a Uruguay y la organización de ese partido, como aparece entre los Paradise Papers, es encargada por la Asociación Uruguaya de Fútbol a E.S.M. Group.

Se trata de una sociedad offshore registrada solo unos meses antes en el paraíso fiscal de las islas Seychelles y con una cuenta en el Barclays Bank de Mauricio.

Al frente está un misterioso cirujano ortopédico alemán, Thomas R., que, según los indicios de Appleby, actuaba como testaferro de otra persona "con un perfil alto en la gestión de eventos deportivos".

Las sospechas sobre el organizador de este amistoso crecen cuando un empleado del Barclays Bank pide a Appleby información de dos transferencias por 28.000 dólares. Quien las hizo fue Full Play Group, empresa controlada por Hugo y Mariano Jinkis, que fueron detenidos y acusados de soborno en 2015 por el Fifagate, el mayor escándalo de corrupción en el mundo del fútbol.

Fuentes cercanas a los empresarios han admitido que pagaron esta cantidad a la sociedad offshore como comisiones a cambio de poder retransmitir el partido en toda Sudamérica, excepto Uruguay.