El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya se ha pronunciado sobre su decisión, tal y como adelantó que haría en la "carta a la ciudadanía" que publicó el miércoles en sus redes sociales. El citado texto fue la reacción del presidente a la denuncia admitida a trámite contra su mujer, Begoña Gómez. Tras cinco días de reflexión, Sánchez ha explicado que continuará en el Ejecutivo, agradeciendo la movilización de estos días y denunciando la necesidad de parar las campañas de bulos, que "dirigen el discurso político". El discurso que ha pronunciado para comunicar la noticia contenía varias referencias a su mujer, repartidas a lo largo de su intervención. La primera ha sido al inicio del mismo, palabras con las que ha denunciado el "acoso" que sufre su familia por el mero hecho de que él preside el Gobierno de España.

  • "El acoso que desde hace diez años sufre mi familia a cambio de presidir el gobierno de España".
  • "Si consentimos que la contienda partidista justifique el ejercicio del odio hacia terceras personas, entonces no merece la pena".
  • "No hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas que uno más quiere y respeta y ver cómo se intenta destruir su dignidad sin el más mínimo fundamento".
  • "Duele vivir en esta situación que no deseo a nadie".
  • "He dado este paso por motivos personales".
  • "Si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro Estado de Derecho".
  • "Si permitimos que se vuelva a relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido".
  • "Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará, llevamos diez años sufriendo. Es grave, pero no es lo más relevante. Podemos con ella".
  • "Lo importante es que queremos agradecer de corazón las muestras de solidaridad y de empatía".

Sus compañeros de partido desconocían tanto el contenido de este texto como el desenlace final. De hecho, los primeros en conocer la decisión han sido el rey Felipe VI; la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, esta mañana. Los tres han acudido a Moncloa antes de la rueda de prensa. Quien también estaba pendiente de las palabras del presidente era la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. Ella ha esperado la intervención desde su despecho, desde donde ha contactado con varias personas. Las posibilidades eran reducidas. Cuatro para ser exactas: su continuidad en la Presidencia del Gobierno; una moción de confianza; convocatoria de elecciones anticipadas -aunque tendría que esperar al 29 de mayo para disolver las Cortes-; o bien dimitir y que haya una nueva investidura.

Sus compañeros más cercanos habían confirmado estos días a la prensa que Sánchez no lo estaba pasando bien. El ministro de presidencia Félix Bolaños aseguró que estaba afectado por una "persecución brutal". Estas declaraciones las ha confirmado él mismo en rueda de prensa: "Duele vivir en esta situación que no deseo a nadie". Por su parte, María Jesús Montero confiaba en que siguiese en el cargo. Así ha sido. Sánchez seguirá, de la mano de su familia. "Podemos con esto", ha expresado en torno a la "campaña de descrédito" que lleva sufriendo diez años junto a su mujer y de la que es consciente (él y Begoña Gómez) que no va a parar.