El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha protagonizado un tenso rifirrafe con Javier Maroto en el Senado, donde ha intervenido para dar cuenta de los objetivos del Ejecutivo durante los próximos meses. Una comparecencia en la que el presidente ha arrancado el curso parlamentario con duras críticas del representante popular.

El senador 'popular' ha espetado al presidente su "buen tono de piel" a pesar de las circunstancias que atraviesa España por la crisis del coronavirus: "Nos alegramos de verle por aquí con ese aspecto tan bueno, ese bronceado tan saludable. Apenas se nota que tuvo que interrumpir sus vacaciones el 22 de agosto, supongo que por que alguien le advertiría que era insostenible tenerle más días tumbado al sol de vacaciones mientras el país afrontaba una situación de extrema gravedad".

"Mientras su máxima prioridad era que no se le colaran los mosquitos por la ventana de Doñana, la preocupación aquí, en el resto de España, era otra. Mientras usted descansaba a los españoles les quitaba el sueño ver que nuestro país era otra vez el que afrontaba las peores cifras de esta segunda ola de la pandemia", ha espetado.

El duro discurso del 'popular' ha continuado con la crítica de la gestión del Gobierno de coalición ante la crisis del coronavirus, al que también ha señalado por ir de la mano de "partidos imputados por corrupción": "¿Qué más da los socios? Lo importante es que le mantengan ahí. Es capaz de prometerle una cosa a unos y lo contrario a otros. Da señales inequívocas de que solo ese es su programa político. Estar en el poder, retenerlo y ocuparlo", ha espetado Maroto, que ha asegurado que lo único que mueve a Sánchez es "seguir siendo presidente como sea".

El presidente ha respondido a las férreas críticas del popular apelando a la corrupción apenas un día después de que se conozca el escrito de la Fiscalía Anticorrupción sobre la Operación Kitchen: "Ustedes dicen que hasta que no rompamos con Unidas Podemos no se sientan con nosotros porque ellos tienen problemas con la justicia, pero entonces con ustedes nadie podría acercarse a 100 metros de distancia".

Sánchez ha continuado cargando contra el propio Maroto, al que ha catalogado como un "semáforo" que cambia de color según las pretensiones de su líder.

"Le confesaré una cosa: por nada del mundo me gustaría verme en su piel. En ocasiones me pregunto cuál es su opinión, la suya. Lo pienso cuando le veo reducido en una especie de semáforo que alguien maneja a distancia. Si se aprieta un botón vemos al Maroto centrista y si se aprieta otro se apresura a soltar las mentiras más disparatadas", ha comenzado Sánchez.

El presidente ha asegurado entender "lo difícil que debe ser hacer méritos y carrera política en un partido tan errático" como el PP.

"Uno se levanta para ir a trabajar y no sabe si le toca ponerse el traje discreto del centrismo o el chillón del extremismo, y todo según la ocurrencia que tenga su líder ese día", ha espetado Sánchez, que ha asegurado que eso "no pasaría de ser una anécdota si no fuera porque representa al principal partido de la oposición en España".