El PSOE ya tiene una propuesta de ley de amnistía, que explicará más adelante, y ahora mismo está escuchando las del resto de partidos. Así lo ha trasladado el propio líder socialista, Pedro Sánchez, en una conversación informal con los periodistas tras los actos por el 12 de octubre, una charla en la que ha indicado que seguirá hablando con los grupos parlamentarios para su investidura.
Además, el presidente del Gobierno en funciones ha dejado en el aire una hipotética llamada a Carles Puigdemont, limitándose a afirmar que solo hablará con los grupos parlamentarios. En idéntico sentido se ha pronunciado también sobre una hipotética conversación con Arnaldo Otegi. Con respecto a la conversación que sí mantuvo esta misma semana con Oriol Junqueras, Sánchez ha apuntado que el trato con Esquerra Republicana es "distinto" porque llevan cinco años trabajando juntos.
También en conversación con los periodistas, la ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha señalado que aún no ven gestos por parte de los independentistas, que todavía tienen que virar. Además, ha asegurado que no habrá referéndum y que la propuesta que haga el PSOE con respecto a la amnistía será constitucional.
La principal complicación en las conversaciones, ha dicho Montero, son las elecciones catalanas y la división entre ERC y Junts. La ministra, en cualquier caso, cree que habrá acuerdo, aunque admite que siempre queda una pequeña posibilidad de que este no se produzca.
A su vez, el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, ha reconocido que las negociaciones son complejas tanto con Junts como con ERC, aunque ha señalado que con este último partido están más normalizadas. El acuerdo, ha sostenido, es posible, pero difícil y de momento no hay fecha para el debate de investidura.
Cruce de reproches por los pitos del 12-O
Por otra parte, durante su conversación con los periodistas Sánchez ha acusado a la derecha de querer apropiarse de los símbolos nacionales y hacer "un país pequeño". En este sentido, ha atribuido los pitos y gritos que ha recibido durante el desfile de este jueves a que "se ha calentado la calle con dos manifestaciones" en las últimas semanas. El problema, ha aseverado, es de PP y Vox, porque "no asumen que España es más grande".
Alberto Núñez Feijóo, por su parte, ha rechazado estas acusaciones: "Será una broma", ha dicho, afirmando que el PP no se merece "esa difamación". En este sentido, el líder 'popular' ha aseverado que los abucheos a Sánchez "son un clásico en este acto", aunque "quizá esta vez han sido un poco más". "Habla de respeto a las instituciones y luego no es capaz de respetar al primer partido de España", ha reprochado asimismo a Sánchez, insistiendo en que los 'populares' no han incitado la protesta.