"Probablemente este no era el paso siguiente que quería dar, pero es un paso coherente y consecuente con la política de normalización y estabilización en Cataluña". Así se ha pronunciado este jueves el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre su cambio de opinión acerca de la amnistía. Algo que, ha defendido, "va a ser bueno para el país".

Lo ha hecho en una entrevista con 'RTVE' en la que, confrontado con la hemeroteca, el líder socialista ha señalado que, desde que afirmó que no habría amnistía, "lo que ha pasado es el 23 de julio": "Frenamos este avance reaccionario del PP y de Vox en las urnas y a partir de ahí nos pusimos a negociar con distintas fuerzas políticas", ha señalado, incidiendo en que "más de 50 diputados estaban pidiendo la amnistía".

Así, y aunque ha admitido que "probablemente este no era el paso siguiente que quería dar", ha defendido la coherencia de la amnistía con las políticas de su Ejecutivo para normalizar la situación en Cataluña. Además, ha augurado que quienes hoy se manifiestan en contra acabarán "recordando estos días con ese viejo dicho de 'si te he visto no me acuerdo'". "Va a ser bueno para el país en términos de convivencia y va a ser bueno también para estas fuerzas políticas que hoy rechazan la ley de amnistía", ha asegurado.

En cuanto a sus pasadas declaraciones afirmando que una amnistía estaba fuera de la Constitución, Sánchez ha querido diferenciar entre el proyecto de ley que presentaron los independentistas la pasada legislatura y el registrado ahora por su partido: mirando ambos -ha esgrimido- uno "se da cuenta de la inconstitucionalidad de uno y la constitucionalidad de esta proposición de ley".

"En política, como en la vida, hay que optar entre las soluciones ideales o las soluciones posibles", ha reflexionado acto seguido el jefe del Ejecutivo, que ha insistido: "En política, como en la vida, hay que decidir, eso es lo que hemos hecho". Asimismo, ha dicho entender que "haya muchos electores conservadores e incluso que no son conservadores refractarios que tengan dudas sobre esta decisión", pero ha prometido que será "buena" para la convivencia y que todo lo que haga el Gobierno "estará dentro de la Constitución".

La incógnita del verificador

Por otra parte, el líder del PSOE se ha referido al diálogo político con Junts y a su primera reunión, cuyo emplazamiento en Ginebra (Suiza) no ha querido confirmar. "No estamos todavía en condiciones de decir dónde va a ser", ha señalado a este respecto Sánchez, que ha defendido la figura del verificador pero ha mantenido la incógnita sobre su identidad.

"El futuro de este país se decide en las Cortes generales. Lo que hacemos es una reunión entre partidos políticos, PSOE y ERC, PSOE y Junts per Catalunya, donde tenemos que hacer política", ha precisado asimismo Sánchez, que ha aclarado que esta es una interlocución "entre partidos políticos, no entre gobiernos".

El presidente, que ha destacado que las posiciones son "muy distintas", ha defendido así la participación del verificador: "Es bueno que si dos no se entienden haya un tercero que nos acompañe, que verifique que los acuerdos se ponen en marcha". No obstante, y aunque ha prometido que "se conocerá la persona que nos va a acompañar en ese proceso de diálogo tanto con ERC como con Junts", ha evitado desvelar su nombre: "No les puedo adelantar pero efectivamente se conocerá", ha apuntado.

"Si dos no se entienden el que que nos acompañe un tercero en esa labora de verificación es una buena noticia porque nos puede ayudar a llegar a acuerdos", ha reiterado Sánchez, que ha admitido que se trata de "un mecanismo excepcional" y ha deseado que en un futuro no sea necesario "porque significará que hemos construido una confianza" que, ha reconocido, ahora no tiene "completa ni total".