Gabriel Rufián recuerda a Quim Torra que ningún presidente catalán ha avalado "nunca" actitudes violentas y pide que condene las que están produciendo en Cataluña. "Aquellos que se quedan tras las concentraciones a regalar imágenes de violencia no nos representan", afirma en una entrevista en la Cadena Ser.

El portavoz de ERC en el Congreso asegura que le consta que la Generalitat tiene preparado un discurso "contundente" contra los actos violentos porque "no puede haber ambages, ni paliativos, no hay nada que justifique la violencia".

Por otra parte, no ha querido aclarar si considera desobediencia civil el intento de colapso del aeropuerto de El Prat y se limita a recordar que las manifestaciones son lógicas porque "han metido un siglo de cárcel a líderes votados, que han ganado las elecciones".

También el vicepresident del Govern, Pere Aragonés, de ERC, escribía en Twitter, marcaba distancias con las actitudes de los violentos: "No les regalamos lo que buscan. No les regalamos un 155 encubierto. Debemos defender a nuestros ciudadanos y a nuestras instituciones. Alejémonos de todas las actitudes violentas y depuramos las acciones no justificadas".

El Gobierno también pide condenar la violencia

Pedro Sánchez también quiere expresar su "firme y rotunda condena a la violencia que busca romper la convivencia en Cataluña". Y añade: "Me reuniré con los dirigentes de PP, Ciudadanos y Unidas Podemos para transmitirles la determinación del Gobierno de garantizar la seguridad, con firmeza, proporcionalidad y unidad. Todo nuestro apoyo a las FCS".

La misma petición que Rufián la muestran miembros del Ejecutivo como Isabel Celaá y Dolores Delgado, que han hecho un llamamiento a Quim Torra para que condene los incidentes violentos acontecidos en Cataluña. "Hacemos un llamamiento a Torra para que condene los incidentes violentos", ha declarado Celaá, mientras que Delgado ha considerado que ahora es el momento de "exigir una gran responsabilidad a todos los responsables políticos, especialmente a los catalanes" para que se produzca una "condena absoluta" de la violencia".