El exministro de Economía entraba en el portal de su vivienda en el barrio de Salamanca de Madrid pocos minutos antes de las 14:00 horas en medio de un nutrido grupo de periodistas, a los que no ha hecho declaraciones.
Fuentes cercanas a la investigación han señalado que el registro ha finalizado ya y que finalmente no proseguirá en la finca El Molino, propiedad del exbanquero, situada en la localidad madrileña de Carabaña.
Rato había sido conducido esta mañana a su oficina, en la que varios de los agentes permanecieron vigilando toda la noche hasta que por la mañana decidieron retomar la inspección para concluir el volcado de material informático de sus ordenadores.
Allí, ha sido recibido al grito de "hijo de puta", "ladrón" y "chorizo" por parte de las numerosas personas que aguardaban la llegada del expresidente de Bankia, que le han proferido los mismos gritos cuando ha salido del semisótano de la calle Castelló en el que se ubica su despacho.