No todo el mundo en el PP está de acuerdo con la forma de actuar de sus líderes. Después de que Cospedal haya salido a decir que todo es mentira, el presidente murciano confiesa que el asunto Bárcenas le huele ya muy mal. Y no es el único.

El presidente gallego es uno de los más preocupados y exige a su partido que actúe y que lo haga rápidamente.

Y el presidente extremeño, que todavía no sale de su asombro, sólo descarta que sus jefes sean culpables: "Estoy convencido de que Rajoy ni Cospedal nunca han recibido un sobre, me niego a esa conclusión".

Y el balear José Ramón Bauzá, en clara sintonía con Cospedal, emula el "que cada palo que aguante su vela": "El que no haya hecho las cosas bien, que responda ante la Justicia".

El estallido de la bomba ha pillado por sorpresa a casi todo el mundo en el PP, y también en el Gobierno. Fátima Báñez ha tenido que improvisar un argumento un tanto peregrino: "Eso no es la contabilidad del PP, porque la contabilidad de un partido del siglo XXI no sería así. Es chapucero".

Y Gallardón se ha ventilado la cuestión con una promesa que no suena a nueva: "Con la transparencia y la obligación que tenemos con todos los ciudadanos, facilitaremos absolutamente toda la información".

En el partido ya se ha instalado el nerviosismo. Todos quieren saber qué tiene que decir su presidente.