Los manifestantes se han mantenido a una distancia de cien metros de la sede del PP en Génova, bajo la vigilancia policial. La indignación se ha convertido en ironía reflejada en las pancartas, que pedían sobres para todos.

En Barcelona, más de 1500 personas se han manifestado ante la sede del Partido Popular catalán. Pensionistas, jóvenes y parados han pedido al unísono el fin de la corrupción y acamparán de nuevo en la Plaza de Catalunya para mantener la protesta.