Mario Conde ha dormido en los calabozos tras salir de su domicilio familiar detenido por la Guardia Civil, dándose así por terminados los registros en su domicilio tras 16 horas buscando indicios del blanqueo del dinero saqueado de Banesto.
Las pesquisas de la 'operación Fénix' sitúan el origen del fraude en 1999, año en el que el popular banquero reiteraba que él no se llevó ni una peseta. Sin embargo, la Guardia Civil lleva meses reconstruyendo la red montada para lavar el dinero oculto en el extranjero, algo que Conde hizo incluso cuando estaba entre rejas.
Desde 1999 a 2007, ocho años de los cuales cinco los pasó en prisión, Mario Conde blanqueó el dinero enviando pequeñas remesas de dinero a España desde siete países, algunos de ellos paraísos fiscales o las Islas Vírgenes Británicas. Los giros no superaban los 3.000 euros con los que consiguio en amasar dos millones de euros en ese lapso de tiempo.
Ya en 2008, cuando consigue la libertad, Conde y su círculo más cercano van tejiendo un entramado de empresas pantallas en España y en el extranjero con los que simulaba trabajos, supuestas ampliaciones de capital y préstamos para repatriar con más celeridad que antes unos 12 millones de euros.
Mario Conde, sus dos hijos detenidos y el resto de testaferros tendrán que dar explicaciones en el cuartel sobre esas empresas dedicadas a blanquear gracias a actividades ficticias, y que están dirigidas por empresas instrumentales.
La Guardia Civil les relaciones con al menos 20 empresas pantalla, aunque tres serían las que canalizaban mas dinero y que estaban a nombre de una sociedad instrumental para borrar el rastro de los Conde.