El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo una llamada a la unidad ante la Asamblea General de la ONU porque cree que sólo así es posible adoptar medidas para "salvar el planeta" en un momento en el que la pandemia del coronavirus se ha sumado a otros desafíos.

Sánchez realizó este llamamiento en su intervención ante la 75 Asamblea General de la ONU, en la que los líderes de los países intervienen de forma virtual debido a la situación provocada por la COVID-19.

La respuesta a la pandemia fue uno de los ejes de las palabras del jefe del Ejecutivo, quien resaltó que este virus afecta a toda la humanidad sin ningún tipo de distinción, agudiza la pobreza y las desigualdades y ensancha la brecha de la injusticia y la vulnerabilidad.

En su opinión, 75 años después del nacimiento de la ONU, los líderes internacionales tienen en este momento más motivos que nunca para plantear respuestas y acciones ante los retos mundiales y, por ello, instó a hacer realidad la declaración adoptada unánimemente con motivo de ese aniversario y convertir las buenas intenciones en medidas concretas. "Necesitamos salvar el planeta, que es nuestra única morada", reclamó, al tiempo que exigió erradicar la pobreza y reducir las desigualdades.

Algo que consideró que sólo es posible actuando unidos, un requisito que cree que es una obligación práctica y moral en un momento como el actual. Pero precisó que no basta con invocar la unidad de acción como un principio abstracto, sino que hay que creer en ella. "La unidad permite progresar conjuntamente. La unidad conjura conflictos. La unidad salva vidas. La unidad, y solo la unidad, puede salvar el planeta. Y debemos actuar. Hay que dar nuevos pasos. Y hay que darlos ya. En temas concretos, con decisiones concretas", defendió Sánchez ante la Asamblea de la ONU.

Parte de su intervención la dedicó a la situación de los jóvenes para asegurar que en muchas partes del mundo miran a su alrededor y no ven una oportunidad de vida. "Hay otro virus que recorre el mundo, el de la decepción, del hastío, del descrédito, incluso de la indiferencia", explicó para asegurar que está siendo inoculado con cada incumplimiento de compromisos o cada desacuerdo entre países.

Agregó que por inacción u omisión se ha extendido por el mundo la desconfianza hacia los gobiernos y por indiferencia o cobardía se han ignorado amenazas como el retorno de nacionalismos excluyentes, la xenofobia, "fantasías autárquicas y autoritarismos impúdicos". "Asistimos -insistió- al auge de liderazgos basados en la demagogia, en la mentira, en el fomento del odio, la confrontación".

Frente a ello hizo un llamamiento a la comunidad internacional a entender este momento histórico y, "en nombre de los jóvenes", actuar "por todos nosotros y, especialmente, por quienes nos escuchan desde la incredulidad o desde la indiferencia".

"Los aquí reunidos en este espacio virtual tenemos el deber histórico, moral, urgente, ineludible, de actuar unidos para dar al mundo el nuevo horizonte de crecimiento y de progreso que merece", reivindicó Sánchez antes de reiterar que debe hacerse por responsabilidad con esa juventud que cree que sus gobernantes no les son útiles y que será la que, finalmente, les juzgue.