Pablo Casado ya no es el presidente del Partido Popular. En su discurso de despedida, Casado ha recordado lo que ha sido un mes "agridulce" y ha pasado a ser "gratitud", asegurando que siempre ha "defendido la verdad", "costara lo que costara".

El ya ex líder de los populares reivindica haber conseguido, afirma, "volver a ser la casa común del centro derecha", así como de "plantar cara al populismo de derecha y de izquierda".

"En estos tiempos, la verdad se convierte en revolucionaria", ha insistido Casado, que ha vuelto a alabar "la Hispanidad" como "uno de los momentos estelares de la humanidad". "No aceptamos esa falsa leyenda negra que avanza impunemente en América y que jalea la izquierda aquí: no tenemos que pedir perdón por nada, al revés", defiende.

"Humildemente, he intentado hacer mi parte", ha recalcado Casado, que ha dado paso a "una nueva etapa" en el PP y ofreciéndose al proyecto de Alberto Núñez Feijóo, al que no ha dudado en calificar como "un buen amigo". "Te agradezco tu ofrecimiento para seguir trabajando contigo, pero ahora creo que es momento de dar un paso al lado, dejar mi escaño en el Congreso", ha zanjado Casado.

"Tomo esta decisión con la satisfacción del deber cumplido", recalca un sonriente Casado, que vaticina un cambio de Gobierno pronto con Feijóo al frente. "Ha sido privilegio", afirma Casado, recordando a todos los líderes del PP que le han precedido.