En una carta publicada en 'El Punt Avui', ha asegurado que nunca renunciará a sus convicciones pacifistas ni a una democracia de calidad y que espera que nadie tenga que hacerlo: "Espero que tampoco nadie tenga que renunciar nunca a sus ideales, coincidan o no con los míos".

Junqueras ha reiterado su demanda de diálogo y ha sostenido que los problemas políticos necesitan "voluntad de conciliación, piden respeto para todos y soluciones democráticas, que en primera y última instancia, implican escuchar y respetar la opinión de los ciudadanos".

Ha rechazado los delitos de rebelión y malversación de los que está acusado y encarcelado preventivamente, y lo ha basado en las declaraciones del Gobierno diciendo que no se destinó dinero público en el 1-O y en las decisiones judiciales de los países donde están los líderes independentistas en el extranjero.

"Si los delitos de los cuales nos acusan no se sostienen, entonces ¿por qué se mantiene una medida tan drástica como la prisión incondicional contra todos nosotros?", ha cuestionado.

Por eso, ha criticado que su encarcelamiento y el del resto de presos soberanistas "solo se puede interpretar como una voluntad de castigo, venganza, por parte de un Estado cada día más autoritario, que degrada la democracia y pone en cuestión los derechos y las libertades".

Asimismo, ha alertado de que desde el principio del procedimiento judicial contra el proceso independentista se ha constatado "como se forzaba el Código Penal" y que, según él, se pretende castigar a unas ideas legítimas.