Al borde del banquillo
La jueza propone juzgar al novio de Ayuso por delitos fiscales y falsedad documental
Qué podemos esperar Ahora será la Audiencia de Madrid la que resuelva los posibles recursos contra este auto y decida si González Amador se sienta o no en el banquillo. No obstante, aún podría alcanzar un acuerdo con la Fiscalía.

Resumen IA supervisado
La jueza Inmaculada Iglesias ha propuesto juzgar a Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, por delitos fiscales y falsedad documental, tras hallar indicios de un presunto fraude de 351.000 euros a Hacienda mediante el falseamiento de 16 facturas. La Audiencia de Madrid deberá decidir sobre los recursos al auto de procesamiento. Si lo avala, González Amador tendrá que sentarse en el banquillo, pero podría negociar un acuerdo con la Fiscalía.
* Resumen supervisado por periodistas.
La jueza que investiga a Alberto González Amador, Inmaculada Iglesias, ha dictado un auto equivalente al procesamiento en el que propone juzgar a la pareja de Isabel Díaz Ayuso por delitos fiscales y falsedad documental. La magistrada finaliza así la investigación y encuentra indicios de delito contra González Amador por un presunto fraude de 351.000 euros a la Hacienda Pública en los ejercicios de 2020 y 2021 a través del falseamiento de hasta 15 facturas.
En ese auto, al que ha tenido acceso laSexta, la jueza destaca que la empresa de González Amador, Maxwell Cremona, registró en esos dos años un incremento de sus ingresos por intermediar en una operación de venta de material sanitario en 2020 y por la percepción de cuantiosos ingresos facturados a su principal cliente, Quirón Prevención, en 2021.
Apunta la jueza que, "con la finalidad de reducir la tributación por el Impuesto de Sociedades de dichos periodos se dedujo indebidamente gastos" en virtud de facturas "que no se corresponden con los servicios prestados". "Es decir, se trata de facturas falsas o falseadas", concluye.
Además, la magistrada cree que González Amador actuó de forma "consciente y voluntaria" y cifra la cantidad que dejó de ingresar "con su comportamiento fraudulento" en 155.000 euros por el Impuesto de Sociedades correspondiente a 2020 y de 195.951,41 en el del ejercicio siguiente. De las actuaciones se desprende que su empresa "se dedujo gastos ficticios al amparo de facturas que se reputan falsas puesto que, en esencia, no se han producido las operaciones comerciales referidas en los conceptos facturados".
La sociedad pantalla
La instrucción que ahora concluye es la de es la causa original contra el novio de la presidenta madrileña, a quien la jueza Iglesias posteriormente abrió una pieza separada por corrupción y administración desleal por sus negocios con el grupo sanitario Quirón.
El auto, no obstante, constata la utilización de "una sociedad instrumental" para "trasladar ficticiamente parte de la actividad desempeñada y contratada frente a terceros, en concreto frente a Quirón Prevención", simulando que prestaba los servicios, cuando "no cuenta con los medios personales ni materiales adecuados para tal fin". Se trata de Círculo Belleza, posteriormente rebautizada como Masterman & Whitaker, una empresa que González Amador compró precisamente a la mujer del presidente de Quirón Prevención.
Por otra parte, la magistrada archiva la causa contra el fiscalista de González Amador, Javier Gómez Fidalgo, y propone juzgar también a las cinco personas que habrían hecho las facturas falsas con las que el empresario presuntamente llevó a cabo el fraude fiscal. A su vez, da 10 días a las partes para que presenten sus escritos de acusación o pidan el archivo de la causa.
Al borde del banquillo
Ahora, la Audiencia Provincial de Madrid tendrá que resolver los potenciales recursos que se presenten contra este auto. Si no los atiende y avala la actuación de la jueza, el novio de Ayuso tendrá que sentará en el banquillo de los acusados. Ahí, no obstante, aún podría reconocer los delitos y alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, un pacto que sigue sobre la mesa.
De hecho, eso fue lo que le propuso su abogado, Carlos Neira: un acuerdo que pasaba por aceptar los delitos y una pena de ocho meses de cárcel, así como pagar una multa de 525.000 euros. En cualquier caso, aunque se alcanzara ese acuerdo tendría que ir a juicio.
Entretanto, la defensa de González Amador ha emitido un comunicado en el que denuncia que no se le ha permitido practicar ni una de las diligencias de instrucción que solicitó y lo que califica como una "lesión irreparable del derecho a la presunción de inocencia, a la intimidad, a la protección de datos" y "al derecho de defensa" de su defendido.
La confesión
Neira envió en su día un correo a la Fiscalía admitiendo los delitos fiscales en nombre de su cliente -literalmente dijo que "ciertamente se han cometido dos delitos"- para intentar buscar un pacto con el Ministerio Público. La filtración de ese e-mail, precisamente, está en el centro de otro proceso judicial, en este caso contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos.
Este mismo miércoles trascendió que, cuando declaró la semana pasada como testigo por ese caso ante el Supremo, González Amador admitió que pidió a su abogado proteger a su pareja. Así consta en la transcripción de su testifical, a la que ha tenido acceso laSexta. González Amador aseguró ante el juez Ángel Hurtado qué "jamás" tuvo conocimiento de que su letrado había confesado en su nombre y que no le "preguntó si el contenido le parecía bien o mal".
"Lo que no quiero es que haya ruido mediático", reconoció no obstante. "Soy una persona anónima, incluso siendo pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, no he ido nunca a actos oficiales, o sea, he mantenido siempre mi anonimato", argumentó. "Yo le decía que no quería exponerme ni que hubiera ruido mediático y lo más importante, que esto no le salpicara a ella", admitió ante el juez.
