La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha reclamado a los médicos y pediatras de Atención Primaria que "echen una mano" porque "no es momento" de estar en huelga.

"Estamos tendiendo la mano y todo lo que podemos para afrontar una situación en la que el perjudicado es el ciudadano, aunque usted piense que políticamente le interesa", ha expresado Ayuso en el pleno de la Asamblea de Madrid, en respuesta a una pregunta de la portavoz de Más Madrid, Mónica García.

Ayuso ha apuntado que la gripe y otras enfermedades respiratorias, como la bronquiolitis como consecuencia "de manera excepcional" por las olas de frío, están saturando los hospitales madrileños, por lo que ha anunciado que se reforzará con más de 1.300 profesionales sanitarios, dentro del plan de invierno que pone el marcha el Servicio Madrileño de Salud.

Por su parte, Mónica García ha recriminado a la presidenta madrileña que no pase "un día sin insultar a los sanitarios", asegurando que la huelga es la consecuencia, "no la causa", de unos profesionales que están "agotados", pero a quienes la presidenta considera "vagos".

Isabel Díaz Ayuso ha respondido acusando a la portavoz de Más Madrid de "mentir" y de promover "bulos" cuando el problema de la sanidad es la falta de profesionales, como sucede en el resto de España. "Utiliza cualquier circunstancia normal para hacer política desde ahí", ha espetado.

Según Díaz Ayuso, la izquierda "de algo tiene que vivir" para tener "el pretexto" para acudir a las huelgas y decir que la Comunidad de Madrid es "un caos" para "llamar a la pancarta".

En esta línea, ha asegurado que la "prioridad" de su Gobierno es la sanidad y, por ello, "nunca se ha destinado tanto presupuesto" y un plan específico para Atención Primaria con 200 millones de euros.

Unas declaraciones que se producen cuando los médicos de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid han llegado a la novena jornada dehuelga indefinida en los centros de salud de la región, promovida por el sindicato Amyts, para reivindicar un mínimo de diez minutos por paciente, una reducción de las agendas y una mejora de las condiciones laborales de los profesionales para evitar el éxodo a otras regiones o países.