El discurso que pronunció Quim Torra el pasado 4 de septiembre de cara al 1 de octubre, aniversario del referéndum, ha levantado polémica. En su discurso, el presidente de la Generalitat se apropió de la figura de King y de su lucha por los derechos civiles de los afroamericanos para legitimar su causa: la independencia catalana.

"Esta es la propuesta que hago al pueblo de Cataluña: o libertad o libertad. Y amparado en el mandato del 1 de octubre y tomando como ejemplo luchas como la de Luther King, propongo una marcha por los derechos civiles, sociales y nacionales de Cataluña", pronunció el presidente de la Generalitat.

Sin embargo, desde el otro lado del Atlántico, en el Instituto de Educación e Investigación Martin Luther King Jr. de la Universidad de Stanford, la apropiación de Torra de la imagen de King no ha sido bien recibida.

"No es justo que usen su figura. Luther King trataba de liberar a los afroamericanos de un sistema opresor, y no veo que formar parte de España sea una opresión. Para empezar, nadie impide a los secesionistas ejercer sus derechos humanos fundamentales, ni veo en general que sean oprimidos como grupo, así que uno y otro movimiento no son comparables. Es ir demasiado lejos", ha explicado Clayborne Carson, el director del instituto, recoge El Confidencial.

"No se puede obviar que existe una motivación económica en el movimiento de independencia de Cataluña. Se trata de una región rica que si se separase de España generaría un perjuicio a otros grupos sociales. Así que aprecio que la gente catalana abogue por la resistencia no violenta, pero eso por sí mismo no es seguir el camino de King, porque lo que están haciendo en realidad es negar a otra gente los derechos que reclaman para sí", añade.

"Luther King trataba de construir un mundo que nos uniese a todos, no uno que nos separase y levantase muros. Él trabajaba por un mundo que superase sus diferencias, no por uno que sucumbiera a ellas", señala Carson.

Ha añadido además que, un movimiento tan justo, tan ético, tan conocido como el de Martin Luther King ha sido tomado como excusa para causas ajenas a la de este pastor afroamericano. "¿Cómo no va a querer alguien hacer suya una causa tan exitosa?", se pregunta.

"Suena raro que un Gobierno, que por definición tiene el monopolio de la violencia, reclame las tácticas de no violencia de Luther King o Gandhi. Que un Gobierno, que en otras circunstancias no dudaría en emplear la violencia en su favor para reprimir una manifestación, se erija, porque le conviene, en símbolo de la no violencia para justificar sus acciones solo puede ser calificado de hipócrita", ha concluido.