El pueblo de Madrid ha dado su último adiós al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez en la céntrica Plaza de Cibeles, en un acto con honores militares y en presencia de miles de ciudadanos que se han acercado hasta allí para rendirle homenaje.

A su llegada a la plaza desde el Congreso, donde se ha velado su cuerpo durante 24 horas, el armón de artillería con el féretro ha quedado acompañado, a un lado, por la familia de Suárez y a otro por las principales autoridades presentes. La compañía que escolta el cortejo, del Ejército de Tierra, ha dado el toque de oración y la descarga de fusilería en honor al expresidente, que ha terminado con los aplausos del público. Después, la misma compañía, al son de música militar, ha desfilado por última vez ante el féretro de Adolfo Suárez.

Tras la salida de las tropas, el ataúd con los restos mortales del primer presidente de la democracia ha sido llevado hasta un coche fúnebre que lo trasladará a Ávila, en cuya catedral será enterrado junto a su mujer, Amparo Illana.

A su partida, el coche fúnebre y el cortejo con la familia en otros vehículos han sido despedidos por el aplauso de los ciudadanos y también de las autoridades presentes. Entre dichas autoridades, han estado en esta última despedida el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García Escudero, la mayor parte de los ministros del Ejecutivo y numerosos presidentes autonómicos.