La cuenta atrás ha comenzado. Si el 2 de mayo no hay candidato investido, se disolverán las Cortes para convocar nuevas elecciones, y, por primera vez en la democracia española, la responsabilidad de hacerlo recaerá en el rey y no en el presidente del Gobierno.
Tal y como está la situación, todo apunta a nuevos comicios por falta de acuerdo entre los partidos políticos. "Los partidos han sido muy prudentes, conservadores y tácticos. No había incentivos claros para que ninguna combinación fuera claramente mejor a evitar elecciones", explica el profesor de Ciencia Política, Ignacio Molina.
"Cada uno tiene su proyecto y es muy difícil hacer tu proyecto cuando tienes que depender de muchos otros partidos", destaca Martín Dahms, corresponsal alemán en España. El bipartidismo tradicional, la falta de experiencia en grandes pactos y coaliciones, dicen los expertos, han servido a los partidos para no reconocer que la realidad política ha cambiado tras el 20D.
"Ha habido un parteaguas entre lo que era antes y lo que es ahora. Los políticos tienen que saber, a partir de ahora, gestionar una situación política y cómo hacer combinaciones a partir de eso y ser imaginativos en cuanto a coaliciones, pactos de investidura, abstenciones constructivas… este tipo de elementos que han llegado para quedarse", detalla Molina.
Una nueva realidad que ya se han impuesto en otros países europeos como Alemania, donde las grandes coaliciones se conciben como algo habitual. "Algo impensable hace 20 años y ahora se está haciendo realidad. Ese chip es el que todavía tiene que cambiar aquí", subraya Dahms. Una madurez política que los partidos tendrán que demostrar a partir del próximo mes de junio si su futuro vuelve a pasar por las urnas.