La escultura que ha colocado Isabel Díaz Ayuso en la sede de la Comunidad de Madrid en homenaje a las víctimas del coronavirus sigue trayendo cola. A las críticas de las redes sociales, que la han tachado de "un fantasma cagando" o "una mierda pinchada en un palo", se suma la sospecha sobre si realmente ha sido creada para homenajear a las víctimas y los sanitarios que han luchado contra la Covid-19.

En la web del escultor que la ha donado, Víctor Ochoa, aparece la obra con fecha de 2020 y bajo el título "Homeanje". "A quienes arriesgan sus vidas por protegernos del Covid-19 y a quienes no fueron capaces de superarlo", se puede leer en el encabezado de la página que presenta esta obra.

"Prototipo original. Bronce, resina y esmalte blanco. 208 x 87 x 60 cm. 2020", así están plasmadas en esa página las características de la obra, que va acompañada del siguiente texto:

"A las víctimas, en reconocimiento a su gran dolor, el de las que se fueron y el de las que aún permanecen y a sus familiares, y a los héroes y heroínas por mantenerse como tripulación de un naufragio que se lo lleva todo por delante y no abandonarnos".

"Pedir a un escultor que refleje en una escultura esa inmensa humanidad y sacrificio, es, ya lo dije y lo repito, como pedir al niño que vuelque la tempestad en su pocillo de arena; pero eso es lo que imaginamos y lo que hacemos: Dejar que surja el espíritu de tanta y tanta gente como una vela intacta sobre un pedazo de bronce y mostrar cómo nos defienden con una máscara y las astillas del barco".

Captura de la web de Víctor Ochoa.

A pesar de todos estos datos que indican ha sido creada expresamente para rendir homenaje a las víctimas de la pandemia, lo cierto es que el autor publicó una imagen de la obra el 25 de mayo de 2018, en el que se indica que la escultura fue creada en 2017.

"#ESCULTOR obra de la serie #MASTER bronce, resina y esmalte blanco. 2017.", reza la publicación en Instagram que puedes ver a continuación:

"Incapaz de mantener el equilibrio de mis sueños sobre una realidad amenazante y trascender a un tiempo con tradiciones de este oficio, decidí alterar esas herramientas primitivas y dejarme llevar", señala en inglés Víctor Ochoa en el pie de la fotografía.

Un discurso diferente al que verbalizó en la presentación de la obra en la sede del Gobierno madrileño, donde definió la obra com un homenaje "a tantas personas que se han convertido en la tripulación de nuestro barco durante este difícil y terrible naufragio y que han arriesgado su vida para protegernos sin abandonarlo.