La expectación por los resultados de las elecciones de Galicia y País Vasco ha traspasado los límites autonómicos. La falta de Gobierno en España y el fantasma de las terceras elecciones generales ha propiciado un inusitado foco de atención sobre la formación de los gobiernos gallegos y vascos. Esto es, como hipotético reflejo correlativo del futuro político en España a poco más de un mes de que termine el plazo para elegir al presidente del Gobierno.
Pero, ¿son estas algo más que unas elecciones autonómicas? ¿Determinan los resultados de Galicia y País Vasco una posible salida al bloqueo que se mantiene a nivel nacional? En una compleja conyuntura política que ha impedido a Rajoy tomar posesión de la Presidencia del Gobierno, elplácido triunfo por mayoría absolutade Alberto Núñez Feijóo da al presidente en funciones un respiro.
Días atrás, el presidente de la Xunta cerraba la campaña electoral advirtiendo que este domingo Galicia iba a "dar un mensaje a toda España". Mensaje recibido por Rajoy, que celebra como suyo el triunfo del PP en la comunidad con la esperanza de que el resultado gallego le sirva como espejo de festejos ante la posible convocatoria de nuevas elecciones generales.
La sonora y continuada caída del PSOE, que pierde cuatro escaños en Galicia y 17 en País Vasco, enfrenta a Pedro Sánchez a una acrecentada división interna que rebaja cada vez más sus posibilidades como opción alternativa de gobierno. Entre los socialistas que abogan por abstenerse en la investidura y los que piden un pacto con Podemos y los partidos independentistas parece tener Sánchez sus últimas opciones como secretario general socialista. A tal disyuntiva se suman los malos resultados cosechados por el PSOE en los últimos meses.
La corriente de debate que circula en Podemos por las discrepancias en los objetivos marcados de cara a la formación de Gobierno y nuevos comicios y el papel que ejerce actualmente Ciudadanos también incrementan las posibilidades de que el PP aumente su distancia con el resto de fuerzas en unos nuevos comicios. De ahí que Rajoy ya se haya hecho a la idea de que "Si hay que volver a ir a elecciones, se va, y se van a ganar con muchos más votos".
No obstante, si bien es cierto que el PP en Galicia, bastión de fé para Génova (no se esperaban grandes resultados para los populares en el País Vasco), ha salido reforzado en estos comicios, el resultado genérico de ambas citas electorales expone una perspectiva similar a la mostrada a nivel nacional tras el 26J: la de un Congreso fragmentado por el multipartidismo.
En este sentido, los resultados obtenidos por las denominadas 'fuerzas del cambio' en Galicia y País Vasco, con 14 y 11 escaños respectivamente, reafirman la necesidad de incorporar cambios en la forma de estructurar los gobiernos. Los nuevos parlamentos y cámaras demandan diálogo y movimientos constantes para superar las diferencias ideológicas a fin de construir un gobierno con una representación más amplia.