Mariano Rajoy ha deslizado la idea de una coalición de "súper rojos" en una conferencia-coloquio en Barcelona Tribuna al asegurar que si Albert Rivera no le apoya a él, tendrá que apoyar al líder de Podemos. "Pues entonces apoyará a Pablo Iglesias", ha dicho textualmente, insinuando que el PSOE podía dejar de ser segunda fuerza política.

De hecho, el PP maneja encuestas que sitúan a la formación morada  "prácticamente empatada" con los socialistas. Si Podemos quedara por delante, los 'populares' dan por hecho que el PSOE no va a hacer en ningún caso presidente a Pablo Iglesias, pero admiten que,  en este "juego diabólico" que se abre con los pactos postelectorales, no se puede descartar una coalición entre PP y PSOE. Eso sí, dan por sentado que sería sin Pedro Sánchez al frente del Partido Socialista.

En el caso de Ciudadanos, fuentes del partido advierten de que el partido de Albert Rivera ha ido cayendo en la campaña y lo sitúan en cuarta posición. Entre los factores que han podido influir, en el PP citan su "error" con la violencia de género, los mensajes del PP destacando su inexperiencia o incluso las palabras de Juan Carlos Monedero insinuando que Rivera podía consumir algún tipo de sustancia.

En esta tesitura, en las filas del PP ya apuntan a que si Ciudadanos es cuarta fuerza y el PP saca una distancia considerable sobre el segundo, será "muy difícil" que Rivera no permita un Gobierno de Mariano Rajoy. Su argumento es que un 'no' en la investidura abriría un debate político interno muy potente que pasaría también factura a la formación naranja.

Los 'populares' destacan el ascenso de Podemos, en especial en esta última semana de campaña electoral, y lo ven "prácticamente empatado" con el PSOE de Pedro Sánchez. La formación morada ha moderado su lenguaje apostando por la socialdemocracia y dejando en segundo plano su apoyo a la Venezuela de Chavez, algo que, dicen fuentes del PP, les ha ayudado en su "remontada".

En ese ascenso de Podemos ha podido influir también el "trasvase de votos" entre Podemos y Ciudadanos -que según los 'populares' se está produciendo estos últimos días-- e incluso la imagen de Iglesias en el Palacio de la Moncloa reuniéndose con Mariano Rajoy tras los atentados de París, señalan fuentes del comité de campaña del PP.

Los 'populares' están convencidos de que van a ser la primera fuerza y están satisfechos con la campaña que han diseñado con un Rajoy "más cercano" con paseos en la calle y actos en pueblos y ciudades más pequeñas. De hecho, sus datos internos observan una "mejora ligerísima y constante, de menos a más", subiendo "poco a poco", indican las fuentes consultadas.

Eso sí, en 'Génova' se muestran prudentes sobre el porcentaje de apoyo y los escaños que pueden lograr este domingo y no se atreven a dar un resultado. Sin embargo, califican de optimista la encuesta del CIS que se publicó la víspera del arranque de la campaña electoral, que daba al PP un 28,6% de voto y una horquilla entre 120 y 128 escaños.

El Partido Popular se da por satisfecho con sacar cinco puntos de diferencia sobre la segunda fuerza, una distancia que considera "correcta". En este sentido, creen que los ocho puntos de ventaja que el PP sacaba al PSOE en su último barómetro es "excesivo".

Los 'populares' esperan movilizar votos en esta recta final de campaña y su mensaje será llamar al voto útil y alertar ante una coalición de "super rojos". Rechazan que eso suponga utilizar un "mensaje del miedo" y explican que responde una opción que tiene posibilidades de materializarse tras el 20 de diciembre.