Los detenidos, ambos de origen marroquí, aunque uno de ellos tiene nacionalidad española, mantenían contactos a través de las redes sociales con individuos en zonas de conflicto, a los que ofrecían su apoyo y animaban a continuar con sus actividades para el terrorismo yihadista, según un comunicado del Ministerio del Interior.

Se les atribuye haber participado de forma activa en el aparato de propaganda del Estado Islámico o Daesh, mediante encuentros privados para el visionado conjunto de contenidos propagandísticos de esta organización, con el fin de reclutar y ganar adeptos o seguidores a los que adoctrinaban para la causa terrorista.

Según la investigación, los detenidos creaban perfiles para visionar archivos de todo tipo producidos por la organización terrorista y posteriormente los divulgaban a otros usuarios a través de otras redes sociales o los compartían directamente con otras personas en encuentros privados.

La intención con estas actividades era persuadir a las personas con las que contactaban para integrarse en el Daesh y desplazarse a zonas de conflicto. La Guardia Civil practica registros esta mañana en los domicilios de los detenidos, en una operación dirigida por el juzgado número 1 de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Esta es la segunda operación contra el yihadismo en la semana tras el arresto un día antes, en el poblado chabolista de la Cañada Real y el barrio madrileño de Vallecas de tres supuestos terroristas que mantenían contactos por Internet con desplazados a Siria y a quienes habían ofrecido atentar en Madrid.