El bloqueo al Consejo General del Poder Judicial, cumple cuatro años, un tiempo en el que el máximo órgano de los jueces ha estado en funciones. Además, han pasado dos meses desde que Carlos Lesmes, el que fuera su presidente durante los últimos nueve años, anunciara su dimisión.

Sin embargo, este parón en la renovación del CGPJ afecta mucho más allá. De ellos depende el nombramiento de más de 70 jueces, que no se ha producido. Y es que los magistrados conservadores siguen postergando las renovaciones para el Constitucional.

Son pocas las veces que los socialistas y populares han acercado posturas. El último acercamiento se rompió en octubre, cuando el PP argumentó que la reforma del delito de sedición les impedía el acuerdo. Y todo ello, pese a que solo unos días antes, su portavoz, Cuca Gamarra, asegurara que se trataba de cuestiones "distintas". Esta actitud fue muy criticada por el Gobierno.

El anterior parón se conoció en verano. En ese momento, las negociaciones entre Bolaños y Egea, antes del cambio de liderazgo en el Partido Popular, se plasmaron en un documento del que se desentendía un Feijóo recién llegado a Génova.

En 2018, un primer acercamiento colocaba al juez Manuel Marchena como presidente del Consejo. Sin embargo, un mensaje del popular Ignacio Cosidó, en el que aseguraba controlar la sala segunda desde atrás gracias a este acuerdo, desestabilizó unas negociaciones que acababan después con la negativa del PP a las elecciones de Podemos para el órgano judicial. De esta forma, se produjo el cierre en banda de los populares, pese a la insistencia del Gobierno para llegar a un acuerdo.

Con todo, se cumplen ya cuatro años de bloque continuo, y hay poca expectativa de mejora. Con un año cargado de elecciones, los magistrados no son optimistas. En este sentido, temen que esta ansiada y necesaria renovación puede tardar años en llegar.