Las mascarillas son un bien preciado en la crisis del coronavirus y cada vez son más difíciles de encontrar, ya que la demanda ha subido un 2.000%. En el caso de encontrarlas en alguna farmacia, lo habitual estos días es tener que pagar más por ellas.

Por eso, cada vez son más los que optan por fabricar sus propias mascarillas en casa. Si bien "son menos eficaces", tal y como afirma Andrea Burón, doctora en medicina preventiva, sí que "tienen eficacia". Y es que las mascarillas caseras, al igual que las quirúrgicas, protegen a los demás de nosotros.

Por ello, es recomendable usarlas cuando manifestando síntomas tengamos que romper el aislamiento. También podemos usarlas, a falta de alternativa mejor, si entramos en contacto con personas que pueden tener coronavirus.

¿Y cómo podemos hacerlas? Las más básicas se hacen reutilizando una camiseta vieja: es mejor que tengan varias capas y a ser posible, de algodón. Es un material accesible, fácil de coser y fácil también de lavar. Además, al ser flexible, se ajusta mejor a la piel.

Es fundamental mantenerlas limpias, por eso hay que lavarlas antes del primer y después de cada uso. Puede ser en la lavadora, con un ciclo normal entre 40 y 60 grados.

Para los más manitas, también es psible fabricarlas con aguja e hilo. En estos días, la demanda de las máquinas de coser también ha aumentado un 366%.

Si hacemos para uso propio pero también para donar, es importante lavarlas antes de repartirlas, y tener cuidado porque no valen para todo el mundo. "No son seguras ni para niños menores de dos años, ni para la gente con dificultades para respirar", indica Burón.

También es importante quitársela bien y recordar que, solo por llevar mascarilla, no somos inmunes.